Capítulo 4

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Emma

Me preparo para irme a trabajar, me arreglo y salgo de la habitación. Encuentro la imagen más desagradable que pude haber imaginado, me va a dar cáncer de ojos con lo que veo. Jade desnudo y para mi mala suerte me fijo en su erección.

—Tapate cochino —le digo mientras me volteo camino a la cocina.

—Estoy en mi apartamento, además, puedes echarte un taquito de ojo —me dice siguiéndome a la cocina —,no es nada que no hayas visto antes, eres enfermera de seguro has visto muchos. Talvez no tan grandes como el mío. Pero es imposible que haya uno mejor.

«Que asco».

—Tus tres centímetros no me impresionan —le digo— ya veo porque Clara siempre tiene cara frustrada —digo mientras preparo mi sándwich.

La nombrada llega a la escena tan espantosa.

—Jade que haces así ¿No te da pena? —le dice y Jade solo se encoje de hombros— vas a provocar que Emma pierda su inocencia, tenemos que cuidar a la niña —dice como si tuviera cinco años.

—No es mi culpa, tú dijiste que mi polla era para presumir solo hago lo que me pediste —contesta tranquilo.

Hecho Doritos a mi sándwich. Me encanta sentir lo crujiente entre el jamón y queso.

—Pero presumela conmigo no con ella —me señala, muerdo mi sándwich—, dijiste que era solo mía, por lo tanto solo yo puedo verla.

Le dice, como si a mi me interesara la polla de su princesa.

Se acerca a Jade dándole un beso.

—Lo siento, cariño no pensé que fueras tan celosa —levanta las cejas, ahora se siente importante—. No volverá a pasar, lo que tú me pidas lo hago.

Jade está idiotizado con Clarita, me gusta que la ame de la manera en que lo hace se le nota cada que la ve. Porque Clara lo ama de la misma manera y creo que esa es la razón por la que encajan tan bien, no hay celos, por lo menos no tan seguidos.

—No te preocupes Clara, que la polla de la princesa no es de mi interés —digo— sus tres centímetros no me llama la atención —muestro el dedo meñique—. Jamás te haría una traición de tal magnitud.

Y es verdad Jade me agrada más no es de mi gusto. Lo veo principalmente como el novio de mi amiga, y luego como amigo.

—Lo sé, no lo dije por eso los conozco a los dos y sé que no lo harían —camina hacia a mi y veo su intención— lo digo para que Jade deje de andar desnudo, por los pasillos. No me molesta pero sé que a ti si —muerde de mi sándwich— ha de ser incómodo verle la polla al novio de tu amiga. Y más si son tres centímetros —nos reímos.

—¡¿QUE?! no son tres centímetros —asevera ofendido—, y lo sabes perfectamente clarita, anoche te lo deje claro —desagradable, no hay otra palabra para definir la conversación—. Son 23 centímetros que saben cómo satisfacer a mi mujer —continua, y lo mejor es huir.

—Adios, los dejo solos con sus....cosas —me despido—, voy tarde al trabajo. Espero regresar y encontrarlos vestidos, siendo una pareja NORMAL y DECENTE.

—Adiós, te veo luego —se despide Clara con Jade abrazándola por detras—, y no te aseguro lo de estar vestidos.

Pongo cara de asco y ella solo ríe y se da la vuelta para quedar frente a frente con Jade.

Salgo casi corriendo del departamento. No vuelvo a comer en la cocina. Apuntado.

Llego al hospital y hay todo un alboroto. Esta la prensa, hay reporteros en la entrada, que no me dejan pasar. Me abro paso entre el gentío. Y a lo lejos veo a Jacob, doctor de emergencias es un hombre de mediana edad, hombre de familia. Me acerco a preguntarle qué es lo que pasa.

¿Amar Vale La Pena?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora