Capítulo 51

21 0 0
                                    

Emma

Tardando diez minutos exactos en llegar. Y no sé de qué manera, Clara ya está aqui junto con Jade.

—Emma, piénsalo bien —espeta cuando bajo.

—Es mi padre, Clara.

—Por favor Emma, puedes volver otro día.

—Quiero hacerlo ahora.

—Microbio, no actúes por impulso —aconseja Jade—piensa bien lo que haces.

—No, estoy segura.

Los esquivo, el viejito también baja del coche. A lo lejos veo a un señor de pelo castaño, alto delgado.

Un escalofrío recorre mi cuerpo, lo reconocería en cualquier parte. Siento un hormigueo en la punta de mis dedos. Ya no puedo más con la emoción.

De seguro me reconocerá.

Cierra el baúl de su coche. Se ve bien con el traje puesto.

Reúno el valor, me le planto enfrente y las ganas de abrazarlo me invade al conectar sus ojos castaños con los mios.

«Eres mi princesa».

Entierro las uñas en la palma de mis manos conteniendo la emoción. Clara y los demás se quedan a metros de nosotros observando todo.

—Buenas tardes —su voz es más ronca— ¿Necesitas algo?

No me reconoce, me presentaré así, si lo hará.

—Buenas tardes —articulo.

Lo observo de arriba a abajo, está más fornido. Se parece mucho a mi.

—Oye niña, tengo que entrar a mi casa, ¿Qué necesitas?

—Hola, papá —no logro contenerme, sus facciones se contraen— Soy Emma Johnson.

Palidece, no se cómo tomar su reacción. Esta impresionado, me recorre con sus ojos cafe.

—Hola, papá —sonrio.

—Estás... Estás muy grande...

—Ya lo sé —me alivia que no reaccione mal— Tengo veinticinco años, me gradué de la universidad de enfermera quirúrgica, yo pagué todos mis estudios, si te contara... Amelie está muy grande tiene diecisiete años. Quiere ser cirujano. Me va muy bien, desde que llegué a New York, empecé a buscarte papá yo...

—Tienes que irte Emma —interviene serio— Tengo una familia ahora, de quererte buscar lo habría hecho antes.

—Papá, yo no tengo problema, puedo conocerlos...

—No quiero que lo hagas, vas a arruinarlo todo, vete.

—Vine aquí porque pensé que talvez te arrepentiste, quiero...

—No me arrepiento —exclama frívolo— fue la mejor decisión que tome, soy feliz, te lo explique antes de irme.

Lo recuerdo perfecto, yo solo creí...

—Yo... Pensé que querrías conocerme, yo si lo quiero...

—Emma, ya vete —exige enfadado.

Empiezo a llorar, él no me extraña.

Es feliz sin mi.

Pero yo no sin el.

—Yo no te odio...

—No me importa —se exaspera.

—Solo quiero saber porqué —el nudo crece en mi garganta.

Y el peso en mi pecho también.

¿Amar Vale La Pena?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora