Epílogo

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Paul

Casi un año encerrado en este inmundo lugar. Y lo único que he logrado es mejorar la movilidad de mi rodilla hacia abajo, nada.

El daño en la cadera fue más grave de lo que creía, por no tomar terapia al poco tiempo del accidente y los pocos cuidados dados a ella, me ha costado mucho tiempo y trabajo.

Las piernas mecánicas ajustadas a mis piernas son las que las movilizan. Ejerzo fuerza con mis brazos a cada lado de las barras, «Hazlo por ella». Con una aro metálico alrededor de la cintura y una barra a lo largo de la columna terminando en mi cabeza.

Dos hombres a cada lado de mi sosteniendo el peso de mi cuerpo. Haciendo hidroterapia para disminuir el dolor que he empezado a sentir. Doy un paso débil detrás de otro. No puedo apoyarme todavía, me estoy empezando a frustrar. Más de un año aquí y no he logrado nada. La impotencia me llena de culpa.

«La necesito».

Quiero regresar, pero no puedo hacerlo si no he logrado nada aún. Terapia, masajes, los médicos han hecho hasta lo imposible para que logré hacerlo. Hasta me sometieron a otra cirugía, que no sirvió para ni un culo. Me dejan en la habitación, después de la rutina de ejercicio la aburrida terapia. Y las misma caras con expresión de que lamentan su vida.

Me está cansando está situación, no he logrado caminar.

¡Maldita sea!

Y por más joder, llega mi familia sin avisar. No quiero a nadie aquí. Solo a una persona, pero no se puede. La extraño, su voz su risa, toda ella.

—Tenemos una hermosa noticia para darte —anuncia Mía— ¡Serás tío!

Todos sonríen y me fuerzo a hacerlo. Un sobrino no es mala noticia, pero a mí que me importa.

—¡Yeii! ¡Emocionante! —finjo una sonrisa.

—No seas estúpido —reprocha Harry— ¡Seré padre, hermano!

—Felicidades —digo sincero.

Yo soy el mayor, yo debería traer hijos al mundo.

—Quiero estar solo —pido.

—Hijo, llevamos meses sin verte —dice mamá—queremos estar contigo.

—Traemos pizza para celebrar —dice Noah— alégrate un momento. Así te cuento que ya tengo novia.

—Que bien —espeto— Vayan a comer a otro lado que quiero estar solo.

—Po...

—Váyanse, ahora —interrumpo a Harry.

—Tu pinche frustración no es nuestra culpa —Noah se molesta.

—Largo.

—No valoras nada...

—¡Fuera de una maldita vez!—remato con ellos.

—Cálmate —ordena papá.

—¡Fuera! —insisto.

—Lo lograrás solo ten paciencia —habla mamá.

—¡Más de un año aquí metido! ¡Sigo en esta maldita cama sin poder moverme!

Mía lleva una caja gris en sus manos. Ni el recuerdo de su risa me ayudan. Estoy desesperado por verla.

Logré dar tres pasos por mi propio esfuerzo. Los médicos me animan diciendo que es solo el inicio, ya quiero terminar con esto. Y no se rinden, siguen jodiendo regresando, mi familia. Hablan una sarta de estupideces, no presto atención. Cada uno de ellos felices con los que quieren y yo, no tengo nada, no la tengo a ella.

¿Amar Vale La Pena?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora