Capítulo 48

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Paul

Llegó a la mesa donde mi familia se encuentra reunida.

—Tenemos una noticia que darles —informa Harry.

—Atrevete, perro —lo riñe papá.

—No es lo que piensa, suegrito —noto la molestia de mi padre—. Es algo que conlleva a eso.

—¡Nos vamos a casar! —grita Mía con emoción.

Mamá, salta de emoción, Noah, los abraza para felicitarlos. Pero papá, se congela en su sitio.

—Felicidades —ya lo sabía, Harry, compro el anillo cuando yo compré el collar de Emma.

—Que emoción —dice mamá— les deseo lo mejor, este es un gran paso.

—¿Estas embarazada? —suelta Noah.

—No, todavía —contesta Harry.

—Es un plan a futuro, tu qué dices papá —el mencionado levanta la mirada incrédulo.

Mia, es la... Podríamos decir que la princesa de papá. Mía, es su debilidad.

—No me lo creo —quiere llorar— te vas a casar....

Se queda pensativo, reacciona cuando mamá se acerca a él. Le pregunta algo al oído y este asiente.

—No te alteres, que a tu edad te puede dar un infarto —se mofa, Noah.

—Si le haces daño te corto las bolas con un corta uñas hasta que te mueras desangrado —le lanza un tenedor a la cabeza.

—Auch —se soba la frente— Si lo hace ya no podré darle nietos.

—¡Cállate, perro! —Se pone colérico—. Se trataba de mejorar a la familia no de empeorarla, Mía.

—Papi —lo empieza a endulzar— a él lo amo, pero a ti te adoro —se acerca a abrazarlo—. El me hace muy feliz quiero estar con él, pero no quiero que te molestes por ello.

—No me molesto, pero apenas ayer eras una niña, mi niña —no entiendo tanta ridiculez, es ley de vida.

Cuando tenga hijos con Emma, no seré celoso como mi padre. Dejaré que sean felices con quién quieran, sin importar si son hombres o mujeres, no habrán diferencias.

—Lo voy a seguir siendo, no te dejaré —besa su mejilla.

—Odio a este perro.

—Paul, defiéndeme —Harry, busca ayuda.

—No odies al perro, papá —me burlo en su cara.

—Gracias —dice irónico.

—De nada —sonrio.

—Yo si te apoyo cuñado —Noah, lo abraza por el hombro—, pero si me invitas a unos churros.

—Trato.

—¿Dónde está Emma? —pregunta mamá.

Los mismo digo yo, ya tengo un desprecio por su madre. Emma, siempre trata de justificar lo que me cuenta de ella.

Mi madre me grito pero fue mi culpa.

Mi madre me pegó de niña, porque me porte mal.

Y ahora la babosa de su hermana, gritándole al ser más bueno que tiene en su vida que la odia.

Emma, paga sus estudios, me parece tiene planes de pagar su universidad. Y así le agradece. Y me puede que Emma se sienta culpable.

Se atribuye responsabilidades, no debería ser así.

¿Amar Vale La Pena?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora