¿Amar Vale La Pena?

Capítulo 29

Paul

Sus labios se mueven coordinados con los míos. Siento el calor de ellos, la manera en que su lengua juega con la mía.

¡Es perfecta!

Sonríe nerviosa cuando me alejo al quedarme sin aire.

—Quiero un beso —pido. Su boca se va a volver mi nueva adicción.

—Ya te lo di —responde sonriente.

—Pero quiero otro y muchos más —ahora que probé su boca, no pienso dejarla.

—Estas tardando —lo que necesitaba para prenderme de ella con necesidad.

Siento como la sangre empieza a fluir en mi entrepierna, al sentir como nuestro beso se vuelve apasionado.

Lleva sus manos a mi cuello, acariciando. La tomo de la cintura, evitando que pueda alejarse.

Estoy apunto de perder el control cuando escucho la interrupción de él inútil de Harry.

Emma se aparta de mí y no me queda otra que hacerlo también.

—Yo... me voy —su sonrisa es la más bella que he visto y verla sonrojada por el beso, me siento como un adolescente enamorado.

Emma causa algo en mí que jamás había sentido.

—Hola, Harry —saluda abochornada.

—Hola, Emma —responde y vuelve la mirada hacia mi entendiendo lo que quiere decir.

«Lo lograste».

Emma sale y Harry no tarda en comentar la situación.

—Hermano —se acerca orgulloso chocando su puño con el mío abrazándome—. Lo lograste que feliz verte enamorado.

—Me encanta —esta mujer me tiene estúpido y feliz.

—Pensé que estabas solo, pero ya había entrado cuando los vi.

—El mejor día de mi vida —sonrio como no lo hacía desde hace tiempo—. Emma es perfecta para mí.

—Lo supe desde que los vi juntos, es algo que iba pasar tarde o temprano —se sienta en donde Emma estaba.

No pudo evitar reír por la felicidad que siento.

Llevo mis manos a mi cara, parezco estúpido.

—¿Ya son novios? —pregunta Harry divertido por mi situación.

—No sé —solo fue un beso, no estoy seguro.

—¿Cómo no?, ya la besaste.

—Pero interrumpiste y ya no hablamos nada.

—¿Se lo vas a pedir? Romántico y toda la cosa.

Emma es romántica, sus libros supongo la han hecho expectativas grandes. Pero por ella, me vuelvo el personaje que quiera.

—Eso seguro, me vas a ayudar —le digo—. Tiene que ser perfecto o me rechazara.

—¿Qué quieres hacer? —se cruza de brazos pensando.

Tiene que ser original, que a Emma le encante. Romántico sin ser cursi.

—¿Flores? —sugiere Harry.

—No, a Emma no le gustan —niego.

Recuerdo que comento que era un regalo muy común, que los hombres daban porque sabían que a una mujer le gustaban.
Que ni se esforzaban por pensar en lo que realmente le gusta a la mujer que quieren.