Capítulo 13

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Emma

Entro a la habitación del papucho, ya que no es gay no tengo problema en llamarlo así. Lo encuentro sentado en la cama, recostado en la pared.

—¡Hola! —ni me topa—, malos días, señor Paul ¿Que tal su noche? ¿Tan mala como de costumbre o menos mala que la anterior?

—Que te importa.

—Estamos de muy buen humor, ¿A que se debe? —Por lo menos hoy tuvo la decencia de contestarme.

—Estoy como todos los días —se acomoda el pelo que cae sobre su frente.

—¿Y como se siente todos los dias?

—Fastidiado por una umpa lumpa, que parece garrapata, no deja de hablar y no respeta el hecho de que quiero estar solo.

Acerco la silla, para empezar nuestra rutina.

—Ha de ser muy cansado estar aguantando a alguien así —ignoro el hecho de que se refiere a mí.

—No te imaginas cuánto, es desesperante —se acomoda en la silla.

—Seguro que si, la personas así caen muy mal. Pero también tienen un lado agradable, son increíblemente hermosas y encantadoras. ¿Verdad?

—Te equivocas.

—¿Por qué? —Pregunto acercándolo al baño.

—No son para nada hermosas, y mucho menos encantadoras.

—Usted lo dice porque no valora lo bueno.

—¿Y según tú que es lo “bueno”?

—Lo que tiene frente a sus ojos —me señaló.

Salgo del baño, dándole privacidad para sus necesidades.

Pero sigo la conversación.

—¿Usted cómo se considera?

No encuentro respuesta de su parte. Quizás sea de las personas que necesitan concentracion para cagar.

«Habló la fina».

Espero afuera, exactamente diez minutos. Me molesta mucho esperar, soy impaciente.

Termina, lo ayudo con la ducha y a vestirse. Siempre tapándose la polla. Se coloca una toalla, cubriendo de sus rodillas para arriba.

Desayunar juntos se ha vuelto costumbre, y la verdad no sé si le guste. Nunca pregunté si podía comer con él, solo vine y me senté.

—No respondió mi pregunta. —Insisto.

—Porque no quiero responder —termina su desayuno.

—¿Cuál es su canción favorita? —quiero conocerlo. No porque me interesa, es guapo, pero hasta ahí. Quiero saber porque así, podré saber lo que le molesta, y hacer de este año juntos algo ameno.

—No te interesa —la seriedad, principal característica de los hombres Beckham.

—Si lo pregunto es por algo.

—Deja de preguntar.

—Mi canción favorita, es... —lo pienso un poco, me gustan muchas, me gusta el rock, pero no es mi género de música favorito, soy melómana lo admito—, talvez, Don't worry Be Happy, de Bob McFerrin.

—Y a mí que —espeta serio.

—¿Cuál es la suya?

Se encoje de hombros.

—Dijo que le gustaba Gun's N Roses.

—Yo nunca dije nada.

—Pero lo pude deducir.

¿Amar Vale La Pena?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora