Paul
De pocas cosas me arrepiento, pero no me cabe duda que, me arrepiento profundamente de lo que le dije ayer.
Perdí el control, y no pensé lo que decía. Sentí un terrible pesar al ver sus ojos al borde del llanto.
«Tiene miedo», recuerdo lo que dijo. Claro que lo tengo, pero mi orgullo no dio para aceptarlo. Preferí herirla para que se callará y no dijera mis verdades.
Lamento haberlo dicho, porque lo estábamos pasando muy bien. Habían sido semanas en las que olvide lo mal que va mi vida. Pero es algo que solo Emma, puede causar. Emma, me está haciendo cambiar. Me comportó con ella como con ninguna otra persona. Soy un estúpido a su lado tanto que me asusta mi actitud con ella.
No sé qué me está pasando.
Cuando se fue, se quedó Thomas, para fastidiarme. Le siguió, Grace, preocupada por los gritos.
Los eche, no quería hablar con nadie. Me sentí más miserable que nunca por haberla lastimado, por ser el causante de la tristeza de sus ojos. Sentí remordimiento me importan sus sentimientos y nunca me importaron los de nadie.
Jamás me pongo a pensar lo que mis palabras hacen sentir a las personas.
—Señor Paul, traigo su cena —entra Milene.
—Retírate. —Ordeno.
—Pero no ha comido nada en todo el día —me recuerda cosa que ya sé.
—¡Retirate! —Asevero.
Voy por mis audífonos, para escuchar música, quiero relajarme y no tengo a Emma para hacerlo.
Veo las estrellas a través de la ventana. Volteo a mi derecha y no está.
Se quedó conmigo, la noche que Thomas dijo que me quedaría solo. Pero se equivocó, porque ella no lo hizo. Y así lo hizo durante todas las noches, comiendo una barra de chocolate. Sin hablar absolutamente nada. Y el silencio fue perfecto para los dos.
. . .
—¿Te quieres morir? —Thomas sigue de cansón.
—Sí. —Aseguro. Y me pega en la cabeza.
—Dejate de estupideces, llevas días sin comer —me regaña.
—Desayune ayer —le recuerdo.
—Dos Hot cakes, eso no es suficiente. —Empuja el plato acercándolo. Son panqueques.
—Vete, Thomas —espeto cansado de todo.
No ha venido desde que le dije esa sarta de idioteces. Y no creo que lo haga, yo no lo haría. Y más ella que es igual de orgullosa que yo.
Estoy jodido.
—¿Quieres que te lo de en la boca? —Insiste Thomas—. ¿O llamo a tu madre?
—Quiero que te vayas.
—Ya come, ya me canse de hacer guardia, Paul —se queja Noah.
Me retiene, para que coma. No me permite mover la silla para irme de aquí.
—Vete —respondo.
—Noah, ábrele la boca —Thomas se levanta—, si no quiere por las buenas será por las malas.
Noah intenta tomarme, pero no se lo permito. Tomo su mano, la doblo provocándole dolor. Intenta zafarse con la otra pero la detengo también.
—¡Suéltame, Po! —Se queja.
—¡Paul, ya basta! ¡Te comportas como un crío! —Thomas, lo ayuda a soltarse.
Lo piso con la silla, cuando se aleja. Tomo la cuchara y se la tiro a Noah en la cara.
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¿Amar Vale La Pena?
RomanceLa vida de Paul, cambio drásticamente después de su lamentable accidente, que para su infortunio lo dejo en una silla de ruedas. No le ve más ningún sentido a la vida. Emma, que a pesar de sus conflictos y problemas personales no da marcha atrás. Ll...