Capítulo 60

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Paul

Mi padre entra a la habitación, con su porte elegante y prepotente de todo Beckham.

—¿Qué quieres hombrecito? ¿Te surto condones o qué? —empieza con sus idioteces.

—Logre mover un dedo del pie con facilidad —se le borra la sonrisa—. Quiero internarme para hacer rehabilitación.

Se queda mudo por unos instantes asimilando la noticia.

—¿Estás seguro?

—Ahora no puedo, pero hace días siento un pequeño dolor cuando Emma hace algunos ejercicios. El día de su desmayo movi el dedo pulgar, lo he intentado, pero ya no puedo hacerlo como esa vez.

—Esta bien, encontrare un centro aquí...

—Lo quiero lejos, mejor si es fuera del país —exclamo— quiero dejarlo todo.

Digo con dificultad, pero con el alivio a sabiendas que esto es lo mejor.

—Mjm...

—No voy a joderle la vida, no quiero retenerla. No será feliz a mi lado.

—Eso no lo sabes —señala.

—Eso lo sé, soy una mierda de persona, la voy a joder si sigo con ella.

—Eres estúpido si piensas que lo aceptará así de fácil.

—No lo sabrá.

—Puedo contratar profesionales de otros países no hay necesidad...

—Es lo mejor para ella.

—Tú no sabes lo es mejor o no para ella.

Estoy siendo egoísta. Pero tengo miedo, tengo miedo de arruinar a Emma por quererla a mi lado.
Su vida es difícil, no quiero complicarla más.

—Es mi decisión, no quiero que unos años se arrepienta de estar conmigo, que me culpe de su infelicidad —tomo aire— Emma, merece ser feliz, merece lo mejor y yo no soy capaz de dárselo.

—Fue lo primero que te advertí —pronuncia—, y es lo primero que haces.

—Tengo miedo —reconozco— no quiero que me odie por no ser suficiente para ella. Y ahora no lo soy.

—Es tu decisión, no me esforzaré por hacerte cambiar de opinión —exclama— sería inútil, estás actuando por temor y no juzgaré los errores que yo también cometí.

Conozco un poco de su historia con mi madre, la intento alejar de mil maneras, la trataba mal, por miedo a enamorarse o por qué ya lo estaba.

Él no la quería cerca de él, pero tampoco de nadie más.

—Somos estúpidos —espeto.

—Somos débiles ante la persona correcta —medio sonríe— tanto que tomamos malas decisiones, creyendo que así serán felices.

El matiz triste de su rostro no se compara con el sentimiento que crece en mi pecho al imaginar todo lo que voy a perder, pero nada importa si su bienestar será seguro.

—Quiero que lo sea —aseguro— quiero verla feliz aunque eso signifique perderla.

Emma es lo más bueno y puro que he visto en mi vida. Yo soy la mierda más jodida, no voy a dañarla. No podría vivir sabiendo eso.

—Piensa bien —aconseja— no actúes por impulso, puedes...

—Es lo mejor, estoy seguro de lo que hago —digo— es lo mejor para los dos.

—No sé si alégrame —dice.

—Puedes hacerlo, voy a hacer lo que siempre has...

Levanta su mano en señal para callarme. Volteo y es Emma en la puerta. Molesta a mi padre como siempre. Emma siempre lo hace es como su forma de decirte que le agradas y mi padre entiende eso de alguna manera rara se entienden.

¿Amar Vale La Pena?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora