Emma
(8 años de edad)
Llevo una semana esperando frente a la ventana viendo a las personas y coches pasar y ninguno de ellos es mi padre.
No regresa por mi.
Me cubro más con la sabana, está lloviendo y hace mucho frío. Me pasó todo el día aquí, pero no veo su coche, no lo veo a él.
—¿Todavia piensas que volverá? —la voz de mamá me acojona— pues te informo que no, ya nunca volverá.
—Me quiere.
—Si te quisiera no te habría abandonado.
No puedo evitar que sus palabras me hieran. La señora Jones, dice que se porta así porque está frustrada, esto le afectó mucho. Me pidió que tuviera paciencia.
Toma un sobre, empieza a leerlo. Y se torna roja de enojo.
—¡Maldito bastardo! —grita iracunda—. Me jodiste la puta vida.
Se va llorando, con mi hermana —puedo deducir— todo el tiempo se la pasa con ella.
Espero hasta la noche, pero no vuelve. Otro día más que no regresa. Mi madre tampoco se acordó de mí cumpleaños, o lo hizo y le dio igual.
Voy a su habitación y la encuentro llorando escuchando a Vicente, ella dice que es su cantante favorito.
—La señora Jones dice que no es bueno llorar —digo con temor a que me regañe.
Se empina la botella que tiene en la mano.
—No entenderás lo que siento hasta que lo vivas en carne propia.
—Quizá... Podemos...
—¿Es que no lo entiendes Emma? —balbucea llorando—. Me destrozó, me jodió, porque se llevó mi corazón, me siento vacía hija.
Me desagrada y hace nudo en el estómago verla llorar de esa manera. Mi madre está triste y u no puedo hacer nada Lara solucionarlo.
—Porque eso pasa cuando amas a alguien que no siente lo mismo por ti —estrella la botella contra el piso y brinco del susto—, le entregas el corazón, y él hace lo que se le da la gana con el.
—Pero...
—Grabate esto... No ames a nadie del que tú no estés segura que pueda dar lo mismo, porque por esas situaciones es que no vale ni tantito la pena amar.
Se cumple el mes y no regresa. Llevo treinta y un días sin padre. Con mi madre gritando por todo.
Esta mañana despierto, y hay un camión fuera llevándose todos los muebles de la casa.—¿Qué pasa? —pregunto a mamá que está supervisando todo.
—Que no ves —contesta fria— estoy vendiendo los muebles para poder comer. Tú donador de esperma, es un maldito, nos abandona y echa de la casa.
—¿Ya no viviremos aquí?
—Eso te estoy diciendo —se cruza de brazos.
—Pero si nos vamos, no sabrá donde buscarme —me preocupo.
—Se nota que eres su hija, pero para mi pena también mía.
—Mamá...
—Nos tendremos que ir de aquí, prepara tus cosas, mañana tenemos que desalojar —ordena— las cosas cambiaran, no llevarás una vida como antes, y espero puedas entender. Porque me esforzaré por darte una vida digna, solo te pido que me entiendas.
Soba su cabeza con desespero, asiento no quiero discutir.
—¿Nos iremos lejos de Clara?
Ella me apoya mucho, no quiero que deje de ser mi amiga.
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¿Amar Vale La Pena?
RomanceLa vida de Paul, cambio drásticamente después de su lamentable accidente, que para su infortunio lo dejo en una silla de ruedas. No le ve más ningún sentido a la vida. Emma, que a pesar de sus conflictos y problemas personales no da marcha atrás. Ll...