Capítulo 20

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Emma

Almorzamos juntos, ignorando el momento fugaz en que compartimos miradas.

Para distraernos, empezamos a jugar jenga. Ya sacamos varias piezas, estamos en la etapa final.

Y ahora es mi turno, prometimos no hacer trampa, sin distracciones.

Respiro profundo, relajándome para que no haya temblor en mis manos. Paul, me ve a la expectativa deseando que me equivoqué y bote la torre.

Me posiciono como la silla me permite. Estiró mi brazo para retirar la pieza con mucho cuidado. Ya está afuera la mitad y la torre tambalea un poco. Saco lo que falta, y no se cae.

—Mierda —maldice por lo bajo.

—Te toca, espero la botes —le deseo todo el mal, en estos momentos es mi enemigo.

—Espero te calles —analiza cual pieza quitar, lo estudia tanto como si fuera la situación más importante de su vida.

Se decide por la que está a la izquierda de la parte de arriba, dejando solo una a la mitad soportando la torre.

Sonríe satisfecho de su acción. Esta haciendo lo posible para que se caiga cuando sea mi turno.

—Derribala, umpa lumpa —me observa con malicia.

—No te daré el gusto, osito Po —me burlo de él.

—Te voy a entregar a Willy Wonka, si sigues llamandome así —me señala.

—No te alteres, osito Po —escojo mi pieza—. Puedo decirle a Milene, que te traiga un poquito de miel, ¿Qué dices?

—Que voy hacer que botes la torre para que pierdas.

—No puedes, pierdes más que yo, si lo haces —la apuesta ahora es increíble.

—Solo hazlo —me anima a continuar.

Fijo mi atención en la base de la torre. La última fila tiene solo dos piezas, no hay reglas en este juego puedo sacar de donde quiera. La empujó hacia adelante con la punta de mi dedo. Paul se inquieta en su silla esperando la bote. Me muevo hacia el otro lado, para jalarla logrando mi cometido.

—Tu turno, Paul. —Por el tamaño de la mesa que le pedimos a Milene, podemos alcanzar poner las piezas en lo alto de la torre.

—Tienes suerte. —Me dice.

Observa la estructura con concentración absoluta, la torre que está para caerse con un pequeño toque.

La detalla, analiza como siempre lo hace. Sobre piensa las cosas, actúa con razonamiento, lo contario a mí, yo me guío más por instinto.

Opta por una que está de igual manera de solo dos piezas. Toca la derecha, sin oportunidad de elegir otra.

Observó como toma aire, buscando calma. La jala de a poquito tomándose su tiempo.

Esta apunto de lograrlo cuando, entra Harry.

—¡Hola, amigos! —El grito de Harry provoca el salto de Paul en su asiento y bota la torre.

—¡Eh! —Doy un brinco de emocion—. ¡Vamos! ¡Ya gane!¡Perdiste, Paul! —Me le burlo en la cara como él lo hizo.

Ve con odio profundo al pobre Harry. Que después de un tiempo comprende todo.

—Po, no sabía que estaban jugando —se excusa.

—Agradece que no puedo caminar —dice con ira—, porque te rompía la cara.

—Gracias, Harry —golpeo su pierna—. Ya me caes mucho mejor —digo sonriente y noto que se soba la zona del golpe.

—¿No te agrado? —Pregunta Harry.

¿Amar Vale La Pena?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora