Canción sugerida: All Mine by One Ok Rock
🚫Contenido sensible
Las luces de la ciudad hacía tiempo que habían engullido el atardecer, para dar paso a un fin de semana que en Nueva York traía a la vida a miles de almas en una urbe acostumbrada al derroche y a la extravagancia.
Aquellos ecos opulentos no quedaban al margen del número 224 de la calle Mayfair, donde una casona al estilo victoriano resaltaba sobre las demás mansiones del vecindario acostumbrado al silencio y los jardines de perfecto césped, donde las rosas de la especie Winchester mudaban sus hojas en un inminente otoño que presagiaba el final de septiembre y la previa de un húmedo octubre.
Como si la naturaleza fuera consciente de la nueva etapa que estaba comenzando en aquel lugar, Min Yoongi se entretuvo con el crujido seco de las hojas bajo la suela de sus botas. Había terminado otro cigarrillo antes de decidirse a golpear la puerta principal con la aldaba en forma de garra de tigre que por años había identificado a su familia paterna.
La reunión con Ji-Hoon había terminado alrededor de tres horas atrás y los tintes del inicio de la media noche le suspiraban en la piel cuando estaba seguro que lo más probable fuera que Jimin le esperara despierto y sumamente preocupado. Había tomado la precaución de apagar su teléfono móvil. Lo que estaba a punto de hacer así lo ameritaba.
Algunos minutos le separaron del rumor de la puerta abriéndose para que la figura menuda de una mujer de rasgos asiáticos le diera la bienvenida. Haruna esbozó media sonrisa al reconocer a su esposo y con un gesto condescendiente le invitó a pasar.
Yoongi chasqueó la lengua, el sobre entre sus nervosos dedos dio otra vuelta antes de atravesar el pasillo de la mansión para ser atrapado por las notas de la música jazz y el aroma a incienso que tanto le gustaba a su esposa.
—Tardaste en reportarte, supongo que estabas ocupado...
Haruna volvió al sitio donde había estado desde que su última visita la abandonara. No se preocupó en lo absoluto por dejar expuesta la piel de sus hombros y clavículas bajo el batón del camisón con el que solía dormir y que evidentemente había sido marcado por la boca codiciosa de su actual amante.
Yoongi la observó a conciencia. Era un poco más baja pero igual de esbelta y elegante que Jimin. Los ojos rasgados, la nariz delicada y la piel como la nieve en contraste con una boca ligeramente carnosa. Haru era una hermosa princesa de hielo con más demonios de los que él podía contener.
—Ji-Hoon acaba de notificarme la fecha de la cita. El próximo día diez nos veremos en el juzgado. Espero que seas inteligente y firmes sin ningún drama de por medio. Esta especie de contrato acaba aquí.
El sobre color crema fue extendido en dirección de la fémina, que con un gesto desdeñoso no perdió la oportunidad para enviarlo directo a las llamas que tranquilamente crepitaban en la chimenea. Hecho que consiguió que Yoongi apretara la mandíbula y toqueteara casi compulsivamente el anillo en su mano derecha.
Haruna reconocía ese mecanismo de defensa. Años al lado del médico y siendo ella psicóloga también, no le serían despreciables. Yoongi estaba jugando con una onda de ansiedad lo suficientemente radiactiva para que saliera herido.
—Si vienes a chantajearme por lo que es evidente te advierto que el único que tiene las de perder eres tú. Solo negociaré un divorcio tranquilo si me das lo que quiero. Fotos que he dejado que me tomen con Kim Namjoon no serán suficiente para coaccionarme... Yoonie.
El apodo solo consiguió que una ola de repulsión llenara el pecho del médico. Estaba perdiendo la paciencia demasiado rápido.
"Tranquilízate, solo quiere jugar y de paso dejar su resentimiento salir."
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•DOPPELGAÄNGER•ym#PGP2024
FanfictionEl Dr. Min posee los más altos calificativos en la esfera académica, una esposa digna de su sangre azul y un prestigio digno de su apellido. Sería tentador describirlo al frente del equipo de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la UCH siend...