XLIII. Us pt.1

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Importante escuchar:

🦋Shivers by Ed Sheeran

🦋
DOPPELGÄNGER

Frustración. Esa palabra bien podía ser la definición de Park Jimin en ese momento mientras el lienzo en su campo visual le observaba completamente en blanco.

Las semanas posteriores a su cirugía se habían esfumado tal como los últimos tonos del clima casi invernal que predominaba en Hannover.

Por mucho que deseemos quedarnos en el mismo lugar, el tiempo no perdona y lejos de sanarle la herida en el alma ahora se sentía como un impostor que se refugiaba detrás de la sonrisa condescendiente con la que Yoongi le administraba su dosis de autocomplacencia.

Habían pasado tres días desde que le retiraran las suturas y el doctor Joshua le felicitara por su excelente recuperación. En el fondo debía agradecerle a Yoongi por su esmero en cuanto al proceso propiamente dicho.

Teniendo en cuenta que fue una cirugía por mínimo acceso la pequeña cicatriz en forma de estrella que exhibía Jimin en el abdomen únicamente le recordaba que había otro asunto que ambos estaban evitando con uñas y dientes.

Yoongi había cancelado la cita en la clínica de reproducción asistida donde Jimin aplicara, eso y la norma ridícula de acompañarle a Francia en el próximo fin de semana con motivo de la Exposición Gran Central a la que el castaño estaba invitado.

“Tengo asuntos pendientes en Marsella, se me hace camino.”

Fue la plana respuesta del médico antes de casi obligarlo a comer su ensalada. Jimin echaba humo por los oídos pero curiosamente aun no explotaba en cuanto al régimen que le había impuesto Yoongi.

Incluso hasta en cuestiones de cama estaba frustrado. El médico dormía con él como se haría con algún célibe y eso, unido al bloqueo creativo con el que estaba lidiando solo aumentaba la tensión en una relación que cada día le producía dolor de cabeza.

Era comprensible que no siempre tendría miel y rosas alrededor de Yoongi pero el castaño iba caminando con los ojos vendados hacia su límite y en ese instante la exasperación estaba ganando por encima de la racionalidad.

—¡Jodida idea que no acaba de cuajar!

Se quejó dándose por vencido mientras el suelo alfombrado de su estudio le recibía para sentarse en posición de loto. Las puertas del loft estaban abiertas de par en par, y del otro extremo Jimin era consciente que Yoongi le observaba.

Había retomado sus albores a regañadientes cinco días atrás, bajo el estricto control de un doctor que le sacaba casi en brazos de aquel lugar para que tomara sus alimentos y suplementos vitamínicos según el cronograma que había colgado sobre la puerta anterior del frigorífico.

A Jimin le había sonado adorable que pusiera pegatinas de gatos alrededor de los horarios pero ahora odiaba con la vida esa manera de imponerle su férreo mandato.

Diez en punto de la mañana, el momento elegido por Yoongi para administrarle las vitaminas y un generoso refrigerio consistente en un sándwich de pavo con una taza de expreso a fin de animarle en el trabajo. Jimin casi gruñó cuando el médico apareció en el otro extremo del loft portando la bandeja con el aperitivo y esa expresión calmada que lo sacaba de quicio.

Yoongi lucía otra de sus camisas en negro a juego con un pantalón de vestir de ante y los lentes que presagiaban que había estado empleando las últimas horas al trabajo desde el ordenador.

Que decidiera trabajar desde casa era otro punto a favor para perdonarlo y si Jimin no estuviera tan inmerso en buscar una razón para pelear con él, hubiera alabado aquel gesto cuando percibió una de las manos del más pálido acariciarle la melena recogida en un pequeño moño en lo alto de la cabeza.

•DOPPELGAÄNGER•ym#PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora