•DOPPELGAÄNGER•ym#PGP2024

XXXV. A shot of True

Importante escuchar:

🦋It Will Rain by Bruno Mars

🦋Pierce by One Ok Rock

🦋Lemon by Kenshi Yonezu

🚫Contenido sensible

🦋
DOPPELGAÄNGER

Respirar puede ser un acto soberanamente humano. Cada inhalación lleva cientos de partículas hasta nuestros pulmones para intercambiar aquellas sustancias del mismo tipo que el organismo ha invertido en producir energía.

Siempre pensamos en respirar antes que todo, como un mecanismo de defensa innato que asegura la diferencia entre la vida y la muerte. Ese delicado equilibrio ahora está a punto de romperse, mientras la respiración de Haruna Miyazano se hace aún más pesada bajo las manos que le presionan la tráquea.

Park Jimin parece la encarnación de algún tipo de depredador mientras sus ojos casi no se iluminaban dentro de una estancia atípicamente silenciosa.

—Tie... tienes... mie... miedo de él ¿ver... verdad?

Ella consiguió balbucear para clavarle las uñas en el abdomen. Por unos instantes el detective flaqueó en su agarre, y ese fue el momento cuando la trampa se filtró a través de la máscara imperturbable de la mujer.

La curiosa botella con sake que descansaba cerca del sofá fue usada como arma y Park Jimin siseó cuando el alcohol y la sangre le llenaron el campo visual. El impacto del cristal sobre su cabeza le aturdió lo suficiente para que el artífice de aquella escena pudiera escapar.

Haruna corrió escaleras arriba y Jimin solo maldijo antes de perseguirla. Saber que los minutos contaban a favor del enemigo en un escenario que apenas conocía solo conseguía aumentar su mal humor.

Sin embargo, alcanzó a localizar el ascenso de la mujer hasta una de las habitaciones del fondo del pasillo, aun cuando su campo visual fuera víctima de violentas manchas.

—¿Así acabas con tus enemigos? No eres más que una escurridiza rata... Sé valiente... y...

El seguro de un arma al ser retirado consiguió que el detective enmudeciera. Haruna estaba detrás. La diferencia de estatura era de solo unos siete centímetros pero aun así, conseguía ganar la ventaja apuntando a los omóplatos de Park.

—Las ratas también tienen derecho a ganar. Camine contra la cama detective Park, si mis cálculos son fieles y Yoongi sigue siendo el mismo psicópata descontrolado de siempre, no tardará en llegar.

Entonces Jimin comprendió con lentitud que había caído en su juego. Desde la nota con su nombre, hasta la supuesta escena de vulnerabilidad minutos atrás, Haruna había escogido sus cartas para tener la macabra reunión que tanto deseaba.

Armándose con falsa paciencia, obedeció sus indicaciones hasta que tomó asiento en la cama matrimonial donde ella y Yoongi habían estado tantas veces. El pensamiento solo consiguió que el estómago del detective se revolviera con violencia.

No por el hecho del acto sino por el tipo de persona que era ella, si es que se le podía ofrecer alguna denominación dentro de la categoría de la humanidad. Ahora podía apreciarla de cuerpo entero, como una brillante aparición envuelta en la tela suave de un kimono, con el velo de la locura incendiando sus extraños ojos marrones.

—Mientras Yoongi llega, me gustaría mostrarte algo. Te conviene no moverte. No solo se me dan bien las armas de fuego desde que era pequeña, también puedo defenderme de otras maneras.

El comentario logró erizarle los vellos de la nuca pero Jimin no contestó. En su lugar observaba cada uno de los movimientos de la fémina, aun cuando seguía manando sangre de su sien izquierda.