El carruaje continuó avanzando Y Jungkook no dejó de mirar a Jimin mientras ponderada lo imponderable.
Cuando el carruaje se detuvo ante la casa, aún no había llegado a ninguna conclusión. Los criados bajaron la escalinata y su madre fue la primera en apearse, seguida de Jimin. Jungkook subió los peldaños detrás, y los tres entraron en el vestíbulo.
—Me retiro a mi habitación ahora mismo. Nos veremos mañana, queridos —dijo la duquesa madre con un majestuoso gesto.
Cassie ayudó a Jimin a quitarse la pesada capa y Webster hizo lo propio con Jungkook.
El señor Alasdair lo espera en la biblioteca, su alteza —anunció el mayordomo.
Webster transmitió el mensaje en voz baja pero, cuando Jungkook se volvió para mirarlo, vio que Jimin lo observaba con la expresión cautivada.
—Gracias, Webster. —Jungkook se compuso las mangas, se volvió hacia Jimin y le dijo—: Que pases una buena noche, Park Jimin.
El omega dudó y sus ojos se detuvieron brevemente en los de él. Luego inclinó la cabeza.
—Yo también te deseo buenas noches, su alteza.
Con frialdad y altanería, se volvió y subió la escalera. Diablo observó su ascenso. Las caderas se contoneaban suavemente y, cuando desapareció de su vista, respiró hondo, exhaló despacio y se dirigió a la biblioteca.
Sin duda habría sido más fácil extraer sangre a una piedra, pero Jimin no estaba dispuesto a permitir que ese diablo lo privara de conocer las últimas noticias. No iba a casarse con él, se lo había advertido repetidas veces, pero seguía empeñado en ayudarlo a encontrar al asesino de Tolly. Le había contado lo que había descubierto y él debía hacer lo mismo.
Oyó el pestillo de la puerta de la sala matinal y se volvió. Era Jungkook, que cerró la puerta a sus espaldas. Con su mirada lo recorrió de arriba a abajo. Junto con su habitual porte lánguido, se acercó a él.
—Me han dicho que deseabas verme.
Su tono y el arqueo de una ceja indicaba aburrimiento.
Jimin asintió con altivez y le sostuvo la mirada. Todo él, su expresión distante, sus movimientos tan suaves y controlados, todos los elementos de su físico estaban pensados para poner de relieve su autoridad. A otros, esta combinación tal vez les resultara intimidante. Para el omega era aturdidor.
—Pues sí. Quiero saber las últimas novedades sobre el crimen. ¿Qué ha averiguado Lucifer?
Jimin alzó la barbilla y le dirigió una mirada tan incisiva como insulsa era la de él.
Diablo se detuvo delante.
—Nada importante —respondió y arqueó más las cejas.
—¿Te ha esperado hasta la una de la madrugada y no quería nada importante? —Entrecerró los ojos enfadado.
Él asintió.
—¡Mientes!
—Lucifer no ha averiguado nada que pueda llevarnos al asesino de Tolly —replicó Jungkook tras maldecir para sus adentros.
—Eso tampoco es verdad —dijo él mirándolo a los ojos.
—Jimin... —Jungkook cerró los suyos.
—¡No te creo! Yo te he ayudado. Fui yo quien descubrió que Tolly estaba muy tranquilo antes de marcharse de casa de sus padres.
Jungkook abrió los ojos y vio que Jimin alzaba la barbilla. Antes de que empezara con sus habituales recriminaciones, aflojó ambas manos en la repisa de la chimenea, una a cada lado de él, atrapándolo en medio.
ESTÁS LEYENDO
Diablo Jeon
RomanceEl joven Omega Park Jimin trabaja como institutor pero tiene otros proyectos para su vida los cuales no incluyen el matrimonio. sin embargo acontecimientos inesperados cambian sus planes drásticamente comprometiéndolo con el miembro más libertino de...