Capítulo 71

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—¿Cuándo es el encuentro?

—A medianoche.

Veleta miró el reloj.

—Conduciré yo —dijo—. Sligo puede viajar detrás. Lucifer montará guardia en la calle y Escándalo estará en la esquina. —Diablo lo miró; Veleta alzó las cejas—. No imaginarías que íbamos a dejarte entrar allí sin apoyo...

Jimin apretó los labios con fuerza para reprimir una exclamación que su marido seguramente no apreciaría; sin duda, él no compartiría su: «¡Bendita sea la hermandad Jeon!»

Diablo frunció el ceño.

—¿Qué más han organizado?

—Nada. —Veleta se mostró apaciguador—. Pero ni se te pase por la cabeza que vamos a permitir que Charles te tienda otra encerrona. Si mueres, él quedará como jefe de la familia...y ninguno de nosotros lo soportaría.

Diablo miró a Jimin, cómo no decía nada, volvió a mirar a Veleta.

—Está bien, pero no vayan a cargar la caballería antes de que suene la corneta, necesitamos que Charles intente llevar a cabo su plan maestro, y hemos de darle suficiente cuerda para que se cuelgue sólo.

—Su plan maestro... —Veleta dirigió una mirada a la nota que tenía en las manos—. ¿Es éste?

—Encaja —asintió Diablo—. Me preocupaba que todos los atentados eran demasiado simples, demasiados espontáneos, no me parecían propios de Charles. Ya sabes cómo es. Todos sus planes son retorcidos y complicados. También es muy conservador, muy estricto. En cambio, este último intento lleva estampado su sello. Complejo, cargado de intriga y rígidamente basado en la consideración social de Jimin, de Chillingworth y mía.

—¿Chillingworth? —Veleta torció el gesto—. ¿Por qué él?

—Porque parece el candidato perfecto.

—¿Para qué?

—Para mi mal genio.

Veleta parpadeó, recordando la nota que había recibido Diablo, la que no le había enseñado.

—¡Ya! —Veleta relajó la expresión.

—Esta vez Charles se ha superado, era un plan excelente, sí. Podría haber resultado. Miró a Jimin y añadió—: Si las cosas hubieran sido de otra manera.

Jimin estudió sus ojos y levantó una ceja.

—Yo no conozco tanto los procesos mentales de Charles. ¿Podrías explicarme a mí ese plan maestro?

Diablo Jeon le tomó la mano y le depositó un leve beso en los nudillos.

—Charles tiene que matarme, y ahora a ti también, para hacerse con el título. De momento ha evitado la actuación directa. No hay modo de relacionarlo con el faetón, el brandy o los marineros. Pero estos intentos no han tenido éxito. Así pues, reflexiona: necesita que nuestra muerte no levante sospechas. Después de la muerte de Tolly, que alguno de los dos tuviera un accidente de caza hubiera causado un gran revuelo.

—Nadie se lo habría tragado —asintió Veleta—. ¡Dos veces! ¡Y seguro que sabe que los demás no permitiríamos que tu muerte en circunstancias sospechosas quedara sin aclarar!

—Por eso se ha centrado en la única clase de muerte que la sociedad admitiría y, aún más importante, que la familia no sólo aceptaría, sino que colaboraría en ocultar.

—No me gusta lo que estoy pensando —dijo Veleta con la mandíbula encajada—, pero si es así como lo ha preparado, nos las ha jugado muy bien.

—Es astuto —asintió Diablo—. Hábil no, pero astuto sí.

Diablo JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora