19: Problema en la Mansión Paraíso

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Pasó mucho tiempo para que Xie Lian finalmente dejara de llorar.

Hua Cheng llevó a su esposo a la armería, donde tenían por costumbre sentarse para observar y limpiar las armas, además de ver cómo E-ming y Ruoye se perseguían entre ellos. Esta vez se encontraban ambos sobre una silla en el centro de toda la armería (usualmente usada por Hua Cheng para pulir su cimitarra). Abrazados sin despegar un minuto sus cuerpos, Xie Lian sintió cómo Ruoye se deslizaba alrededor de su cuerpo, soltándose del pecho y los brazos para salir por las mangas de sus túnicas y cruzar por su estómago hasta que terminó envolviendo su vientre, la tela llevaba todo el día con ganas de hacer esa acción, posiblemente porqué ya había sentido la presencia de un pequeño ser creandose en el vientre de Xie Lian. Al final, cuando terminó de enrollar su estómago, algo que hizo con delicadeza, se posicionó en forma protectora.
Al ver esto Xie Lian sonrió y volvió a besar a su marido.

-Debemos anunciarlo a los habitantes, ¿No? -preguntó el dios.

-¿Para qué? Se volverán locos apenas lo escuchen.

-Lo sé, lo sé. Pero...en cualquier momento ese médico lo hará, así que será mejor si lo hacemos nosotros de manera oficial, al final el resultado es el mismo.

Hua Cheng se golpeó la frente internamente, estaba tan conmocionado con la noticia y preocupado por su esposo que había olvidado amenazar al médico para que no dijera nada.

-Además.... -volvió a decir Xie Lian -Ban Yue también debe saberlo.

A eso Lluvia Carmesí no pudo objetar, claro que sí su hija debía saber que ahora iba a ser hermana mayor. Xie Lian volvió a decir algo, pero esas palabras fueron tan calladas que Hua Cheng no alcanzó a oírlas, estaba a punto de preguntarle qué había dicho cuándo Xie Lian se levantó de golpe y se lanzó hacia él para empujarlo de la silla.

En un segundo, el rey fantasma de túnicas rojas pasó de estar en un asiento abrazando a su amante, a estar en el suelo con Xie Lian debajo de él, usó sus brazos para impulsarse y poder ver con exactitud que había ocurrido. Al instante en el que abrió el ojo vió a su esposo convertido en su forma femenina, con la mirada llena de preocupación y estando alerta mientras miraba por detrás de Hua Cheng, él siguió la mirada de Xie Lian y encontró el asiento destrozado, y encima de él, tres hombres.

Shi Qingxuan se encontraba cargando a "Ming Yi" sobre su espalda, miraba con miedo a todo el sitio y claramente exclamaba con sus ojos una clara respuesta de: no entiendo que pasó pero estamos en problemas.
Al lado del Señor del viento se encontraba Lang Qianqiu, quien miraba estupefacto la escena frente a él, es decir, a Hua Cheng encima de Xie Lian (mujer) ambos en el suelo, una escena muy interpretable de dos distintas maneras, y claramente el dios marcial no había interpretado la correcta.

«Su Alteza sabía que caerían y por eso me empujó. Ahora se cambió de apariencia para continuar con el "plan" de distracción » intuyó Hua Cheng.

-¡Tú maldito! -gritó Lang Qianqiu apuntando a Hua Cheng -¡Aléjate de Su Alteza!

La Calamidad tomó esto como la oportunidad para levantarse, ayudando obviamente a Xie Lian en el proceso y regresando a ver si se encontraba bien (gracias a dios Ruoye había reducido el impacto y aún se encontraba rodeando el vientre de su esposo), hizo que su amado se colocara detrás de él y se dirigió al dios.

-¿Porqué debería alejarme de mi esposa? Al final lo que estábamos haciendo acá no te incumbe -dijo sarcástico -. De hecho, más importancia tiene el que ustedes estén aquí, ¡Escoria de los cielos!

Shi Qingxuan observó sin saber que hacer, detrás del rey fantasma Xie Lian lo miraba también confundido y buscando una respuesta, la situación no daba nada a favor de los oficiales celestiales, en primer lugar, porque no podían pelear contra Hua Cheng, claramente por tres razones:
1) Los haría pedazos
2) Los haría pedazos
3) Por alguna razón a Hua Cheng le cae realmente mal Lang Qianqiu (casi lo mismo que Mu Qing y Feng Xin), por lo tanto ¡LOS HARÍA PEDAZOS!

𝔻𝔼𝕊𝔻𝔼 𝕊𝕀𝔼𝕄ℙℝ𝔼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora