𝔻𝔼𝕊𝔻𝔼 𝕊𝕀𝔼𝕄ℙℝ𝔼

17: Tenemos que hablar

Después del pequeño problema ocurrido, Xie Lian y Hua Cheng se dirigieron a su hogar, la mansión paraíso, para poder disfrutar del tiempo hasta que Shi Qingxuan y Lang Qianqiu terminaran la misión. Bueno, tampoco era que iban a hacer todo el trabajo y que de seguro el trabajo sería complicado, Xie Lian le indicó a Yin Yu que hacer para que lo siguieran y así ingresar a los pasadizos ocultos de Hua Cheng y encontrar el lugar dónde He Xuan/Agua Negra que hunde barcos, se encontraba "cautivo".
El plan era simple, lo único que debían hacer era sacar un seis en el dado, Xie Lian le prestó suerte a Shi Qingxuan (obviamente suerte prestada de su esposo), así que, bien, todo resuelto, así tendría a lo mucho unos cuarenta minutos para hablar con su esposo.

-Su alteza, Hua Chengzhu -dijo Yin Yu acercándose a la pareja que se acomodaba en el salón lleno de lujos y comida, mientras varias mujeres bailaban encantadoramente -, ya he conseguido que el Señor del viento y su acompañante ingresaran a los pasadizos.

-Muchas gracias Yin Yu, puedes retirarte -dijo Xie Lian.

-Tengo unas cosas más que decir -dijo el dios desterrado -. La primera, Ban Yue ha regresado, se encuentra ahora mismo en su habitación.

Eso alegró a la pareja de esposos, su hija había tardado mucho tiempo en volver, pero ahora todo se encontraba bien. Podían ponerla al tanto sobrel exilio de Pei Xiu además de que tenía todo el consentimiento si es que se querían casar.

-¿Y la segunda? -pregunto Xie Lian

-La segunda...

En lo que parecía ser una cueva llena de lodo y tierra, dos hombres de túnicas glamurosas, unas verdes con blanco y otras blancas con dorado, corrían desesperados lo más rápido que podían, pues eran perseguidos por dos lombrices de tierra gigantes y deformes.

Lang Qianqiu no paraba de gritar, de furia, de culpa, de miedo, en realidad no es importante porqué grita, sino de que su grito estaba volviendo loco a Shi Qingxuan.

-Qianqiu, te dije que me dejaras a mí lanzar los dados, ¡Debes dejar de ser tan impulsivo!

-¡Lo lamento Señor del viento!

Y ambos dioses continuaron corriendo y siendo perseguidos, llorando y gritando, mientras deseaban encontrarse con otra puerta que los sacara de allí.

Xie Lian no sabía si reír o llorar. Eso era lo único que necesitaban sinceramente, que Lang Qianqiu volviera a generar un problema a la misión. A este paso, He Xuan terminaría mucho más herido de lo que ya estaba, porqué sí, sus heridas son reales. Tuvo una lucha (autorizada) contra Hua Cheng para poder fingir que realmente lo había torturado, de hecho, incluso si Lluvia Carmesí que controlaba para no lastimarlo demasiado, el otro fantasma insistía en que lo hiriera todavía más. Shi Qingxuan lo reprimió muy fuerte en cuánto se enteró de esto (y de seguro lo hará más cuando vea como quedó).

Después de haber ayudado por el canal de comunicación espiritual, Xie Lian dió un largo suspiro y se arrimó a su esposo para recibir cariños.
Hasta que recordó la razón por la que quería estar a solas con su marido.

-San Lang -dijo con un tono apagado.

-¿Gege?

-Haz que todos se vayan por favor. Tenemos que hablar.

El tono de voz preocupado hizo que Hua Cheng se alertara, movió sus manos para hacer que todos los sirvientes se retiraran y dejó que su amado acogiera las palabra correctas para comenzar. Algo que no ocurrió, Xie Lian no sabía cómo decirlo, pues en primer lugar jamás pensó que le ocurriría.

Todo ese silencio fue una tortura para el rey fantasma, que ya se había creado varios escenarios en los que Xie Lian le mencionaba que ahora sería obligado a vivir en los cielos, (¡Tendremos que vivir en su palacio rodeado de las musarañas celestiales!), o que tal vez ahora descubrieron su matrimonio y Xie Lian debería estar en su palacio para ser investigado pero escapó para ver a su esposo (¡No te preocupes Gege, yo te protegeré!) ,o que posiblemente Xie Lian encontró a un oficial celestial más atractivo que Hua Cheng por lo que ha venido a decirle que quiere el divorcio (¡Noo! Gege, ¿Qué hice mal? Este esposo hará lo que usted quiera ¡no me dejes!), incluso creó un escenario en el que su esposo le diría que estaba embarazado (No entiendo cómo ocurrió pero estaré aquí para ambos).