La primavera sin duda era la estación favorita de todos los habitantes de XianLe, nadie podía negar el exquisito paisaje que se creaba a lo largo de cada jardín (sobre todo el jardín real) cuando esta estación se presentaba.
Además, siendo este tiempo en el que más flores se hacían presentes, San Lang aprovechaba para crear varios y cientos de regalos a su esposo.Es por eso que ambos jóvenes se encontraban ahí. Haciendo uso de los dos únicos días que Xie Lian tenía disponible, disfrutaban del paisaje en aquel jardín solamente permitido para la nobleza (y San Lang por conveniencia). De hecho, ambos se encontraban en una agradable reunión con la reina, siendo ella la que permitió que el amante de su hijo tuviera las prendas adecuadas, así como también el permiso definitivo para entrar.
—Entonces, San Lang —sonrió la reina, distrayendo al pelinegro de la corona de flores que estaba realizando —. ¿Has pensado en cómo conseguir que mi esposo te nombre como amante oficial de A-Lian?
Ante esto el joven príncipe escupió su té, comenzando a atorarse y toser como si no hubiera un mañana.
—¡Madre! —exclamó —Aún tengo dieciséis, es muy temprano para pensar en eso.
—Por supuesto que no A-Lian. Hasta ahora has rechazado a cuatro hermosas señoritas, si no conseguimos su bendición ahora no la conseguimos nunca.
Ambos, madre e hijo, discutieron acerca de ese tema, mencionando una y otra vez las posibles opciones para conseguir la aprobación del rey. Entre ellas se incluía claramente conseguir que una familia noble adopte a San Lang, y así este obtenga un nombre propio, como también otorgarle un título individual, junto con un nombre.
La verdad era un tema importante, el pequeño hecho de no tener un nombre generaba cantidad de disgusto entre los nobles que (se limitaban) a aceptar que Xie Lian era un manga cortada.Y mientras ellos daban soluciones. San Lang sonreía por fuera y moría de ansiedad por dentro.
Fue entonces que, a lo lejos, una bella joven, de apenas quince años o poco menos, con vestimentas moradas y sedosas comenzó a avanzar discretamente hacia ellos.
—¡Lian-Ge! —alzó la voz, llamando la atención de casi todos y despertando un inquietante interés en San Lang.
—Ah —Xie Lian sonrió —. Lan mei-mei.
Con una reverencia, pero claramente con ganas de dar un cálido y firme abrazo, los dos jóvenes nobles se saludaron. Jian Lan se reverenció ante la reina de igual manera, y ante el esposo del príncipe, solo por respeto. Después de la parte introductoria y de saludos, la joven se sentó para acompañarlos en su cálida tarde.
—Espero la recuerdes, madre. Se trata de Jian Lan, una de las mujeres que rechacé hace más de medio año.
La reina reaccionó con alegría.
—Oh vaya, ¿En serio ella es la joven hija de la familia Jian? Es un gusto poder conocerte en persona —sostuvo sus manos para sonreírle.—El placer es mío. Su Majestad.
Ambas rieron y comenzaron a hablar sobre varios temas que, lastimosamente para los hombres presentes, solo las mujeres comprenden o simpatizan.
Pasó el tiempo, todo alegre y completamente normal, las pláticas eran entre los cuatro y constantemente encontraban una nueva forma para tomar otro aire y generar más y más gusto entre todos. Incluso San Lang participaba y disfrutaba de la amena tarde. Aunque… sí que le molestaba cada vez que la joven llamaba a su esposo con ese apodo.
—Lian-Ge, ¿Y crees ya estar listo para el festival Shangyuan? —sus ojos brillaron de emoción.
—Si bien mis habilidades han incrementado, aún necesito pulir varias de mis aptitudes para que se encuentren al nivel de dicho festival.
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𝔻𝔼𝕊𝔻𝔼 𝕊𝕀𝔼𝕄ℙℝ𝔼
FanfictionHace ochocientos años en el ya olvidado reino de XianLe, dos niños se conocieron y se enamoraron, pero su amor era una especie de tabú. Mientras que uno era el príncipe heredero del reino, otro era un niño que vivía en la miseria y había nacido mald...