La ciudad fantasma se encontraba cerrada al público por el momento, la razón era simple. No podían dejar que la gente que visitaba el sitio creyera que era común que tres inmortales y tres fantasmas fingieran ser el otro y tener que estar cumpliendo misiones de aquí a allá.
Mientras que Yin Yu (quién interpreta a He Xuan) escapaba de Xie Lian(quién interpreta a Yin Yu) por toda la ciudad fantasma para evitar pagar la deuda, y con Xie Lian recurriendo a pasajes secretos, así como tener que al mismo tiempo estar haciendo otras tareas, Shi Qingxuan (que interpreta a Hua Cheng) lloraba encerrado en una de las habitaciones de la Mansión Paraíso al estar lleno de una montaña de pergaminos de diversas cosas que ni siquiera él sabía que existían, además de tener que escribir en los papeles con una mala letra para que así puedan darle la linterna, ¡Ah! Además de que también debe estar asegurándose de que Qi Rong (quien interpreta a Xie Lian) tenga todas las comodidades mientras pasa el día con Hua Cheng (quien interpreta a Shi Qingxuan) y al mismo tiempo tener que solucionar los estragos que causan los "sirvientes" de He Xuan (que interpreta a Qi Rong), quien envía a alguien cada treinta segundos, alentizando su capacidad de escritura. Falta mencionar también que le molesta tener que usar un parche todo el tiempo.Mientras Yin Yu huía de Xie Lian, en un momento tuvo que detenerse pues recibía sonidos de plegarias. Por qué claro, a pesar de ser un fantasma, He Xuan finge ser un dios y por lo tanto debe hacer lo que un dios hace. Salió de ahí para llegar al lugar al que le llamaron, una pequeña congregación de fantasmas que pedían fortuna y ayuda para poder sacar un gran tronco del puente para poder cruzar el río. Suspiró y se aproximó al sitio, grandiosamente apenas llegó se le fue entregada la pala del Señor de la Tierra, además de mucha pero mucha comida.
Y a la distancia oía a Xie Lian.Al mismo tiempo, en una habitación dentro de la mansión, Qi Rong y Hua Cheng tomaban el té mientras esperaban a que el tiempo se terminara. Por irónico que sonase, estar de esa manera era una misión más para ellos, pues es algo que los verdaderos Xie Lian y Shi Qingxuan suelen hacer con mucha frecuencia.
De vez en cuando sacaban alguna cosa para conversar, como los fantasmas que servían de súbditos a cada uno, o acerca de cómo había estado Xie Lian últimamente, pero fuera de eso ya no había nada más que hablar.-Por el momento las tareas de Xie Lian son fáciles -dijo Qi Rong bebiendo un buen sorbo de relajante té -, aunque no me esperaba que tendría que actuar un poco loco en la guarida del apostador.
-No lo pienses mucho.
Y otra vez un silencio.
-No has olvidado nuestra apuesta, ¿O sí? -interrogó el fantasma pelinegro al otro.
Qi Rong mientras tanto, solamente se concentraba en mover de un lado a otro lado semillas del té.
-¿Por qué olvidarla? No es como que hayan pasado seiscientos años desde que la hicimos.
-¡Lo sabía! La has roto desde que dejamos de vernos.
-¡Por supuesto que lo he hecho! ¿Qué te esperabas? Jamás creí que nos reencontríamos eventualmente -miró al suelo y no despegó la vista de debajo de la mesa.
-¿Osea que no esperabas que yo me volviera fantasma?
Qi Rong solo contestó con una risita, aún mirando por debajo de la mesa.
-Me refería a mi, tuerto zopenco -alzó su mano con un pergamino que iba leyendo -. Jamás creí que mi ira fuera tan intensa como para permitirme quedarme en este mundo.Hua Cheng lo miró confuso, en primer lugar porque el fantasma molesto en este momento se encontraba realizando unas cuantas anotaciones dentro de un pergamino, parecía como si aún fuera alguien de la alta sociedad, y la segunda por lo que había dicho. Nunca se lo había preguntado pero...¿Porqué Qi Rong seguía ahí?
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𝔻𝔼𝕊𝔻𝔼 𝕊𝕀𝔼𝕄ℙℝ𝔼
FanfictionHace ochocientos años en el ya olvidado reino de XianLe, dos niños se conocieron y se enamoraron, pero su amor era una especie de tabú. Mientras que uno era el príncipe heredero del reino, otro era un niño que vivía en la miseria y había nacido mald...