-No te preocupes, Qi Rong -dijo Xie Lian, manteniendo una compostura, con la esperanza de que no tendría tantos problemas -. No te odio por eso, y me aseguraré de que San Lang tampoco.
-Eso es bueno.
-Y a todo esto... ¿Por qué nos llamaste idiotas a los cuatro? ¿Qué tienen que ver Shi Qingxuan y He Xuan con todo esto?
-Realmente no eres tan tonto como para que no te hayas dado cuenta ya -el fantasma verde lo miró, cierta frustración se notaba con un brillo en sus ojos.
Xie Lian lo sabía. Lo sabía pero no estaba dispuesto a decirlo en voz alta. No si es que su mejor amigo no ha dicho nada aún. los mareos, la sensibilidad de la diosa, los vomitos, era demasiado obvio...
El inmortal comenzó a sentirse mareado, la última vez que recibió poder espiritual de su marido fue apenas ingresaron dentro del santuario después de capturar a su primo, según Hua Cheng esa cantidad sería suficiente siempre y cuando Xie Lian no se moviera mucho, pero no cumplió con eso.
Apenas Qi Rong notó el estado de su familiar, se dió la vuelta para buscar las pastillas de poder espiritual que por lo general la pareja cargaba en una bolsa pequeña. Xie Lian creyó que se las iba a dar, por lo que se sorprendió al ver cómo el fantasma agarraba un puñado de estas pastillas y las aplastaba hasta convertirse en polvo para vertirlo en su té y mezclarlo junto al agua y las hojas.
-¿Por qué hiciste eso?
-No me digas que en serio creíste que era la forma más fácil de esconder esas pastillas de fertilidad.
-¿No era la forma más fácil? -bebió un sorbo, sorprendido como sentía recuperar más rápido la energía que cuando consumía las pastillas.
-La más fácil era por medio de la comida o el lubricante -el fantasma verde sonrió burlón -, pero se diluyen más rápido en agua caliente, así como llegan más rápido a nuestra sangre de esa manera. En resumen, si quieres recuperar más rápido energía cuando tu esposo no esté cerca, convierte las pastillas en tés espirituales.
La recomendación le resultó inesperada pero también agradable. Lentamente las hormonas que se manifestaban en Xie Lian afloraban una vez más para tomar poder sobre sus emociones. Hizo lo posible por reprimir las lágrimas que intentaban salir de sus ojos, pero entre más lo intentaba, más las impulsaba a salir. Al final, sus hermosos ojos dorados fueron recubiertos por un brillo de tristeza, su piel pálida se tornó ligeramente rosa y su boca se frunció en un puchero entre más intentaba contenerse. Una expresión delicada, tierna y vulnerable, jamás serías capaz de ver a Su Alteza de esa manera ni en cien reencarnaciones. Pero ahí estaba él, llorando frente a su único pariente que seguía en el mundo.
Qi Rong sabía que era debido a las hormonas, incluyendo también (no mucho pero tampoco nada importante) que Xie Lian se siente seguro al lado de su primo, por lo que técnicamente tiene la guardia baja. Esas eran las razones explicables al llanto del dios, y el fantasma las reconoció.
Las reconoció como un momento perfecto para jugar con su primo mayor.
Fue acercándose poco a poco dónde Xie Lian, con las más grandes intenciones de bromear con él y seguir disfrutando de esas lágrimas relucientes. Hasta que una presencia tomó poder detrás suyo y lo obligó a dar un salto hasta llegar a las vigas del techo, abrazándolas como un gato que teme caer de una rama. Miró como Hua Cheng lo observaba con malicia y satisfacción. ¿En qué momento llegó? Eso no importa, después de todo llegó en un muy mal momento.
-¿Puedo saber por qué Gege está llorando? -preguntó colocando los zongzis y los mochis en la mesa, alegrando a su marido.
Finalmente se bajó.
-¿No deberías saberlo tú más que yo? Eres su esposo, es obvio que se deja llevar por las hormonas.
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𝔻𝔼𝕊𝔻𝔼 𝕊𝕀𝔼𝕄ℙℝ𝔼
FanfictionHace ochocientos años en el ya olvidado reino de XianLe, dos niños se conocieron y se enamoraron, pero su amor era una especie de tabú. Mientras que uno era el príncipe heredero del reino, otro era un niño que vivía en la miseria y había nacido mald...