¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]

Capítulo XX

-JOUNO-

Me voy despertando poco a poco, siento unos brazos rodeando mi cintura, cuando checo de quien se trata localizo los latidos de Tetcho. El lugar está silencioso, parece que los padres de Tetcho no han llegado, ahora que recuerdo... ¿Tetcho ya les preguntó si me puedo quedar? Espero y si.

Intento levantarme de la cama pero mi acompañante no me deja ya que me vuelve a jalar hacia él. Ahora me doy cuenta de que ya estaba despierto y cuando notó mi movimiento no quiso que me fuera. Trato de alejar sus brazos de mi cintura para poder pararme pero no me deja, en serio él es demasiado molesto.

—¿Me dejas pararme? —pregunto ya molesto.

—No —responde pegándose mas a mí.

—¡No me gustan las muestras de afecto! Ya dejame, Tetcho.

—Pues te tendrás que acostumbrar ahora que estamos saliendo —menciona depositando un beso en mi mejilla.

No digo nada mas y accedo a quedarme junto a él. Empieza a acariciar mi cabello como ya se le hizo costumbre. Nunca lo voy a admitir en voz alta pero... Me gusta cuando me acaricia el cabello, no se porque sólo me gusta. También me pongo a analizar lo anterior que me dijo, es cierto que, por ahora, sólo estamos saliendo, aún no somos nada "oficial", se que con todo lo que pasó ayer puede parecer que ya somos pareja pero le pedí un poco de tiempo para pensar en formalizar una relación, así que por el momento estamos saliendo.

Me encuentro perdido en mis pensamientos cuando salgo de ellos al sentir como la lengua de Tetcho pasa por mi cuello, ese acto provoca que me paralice un poco, siento como su lengua recorre mi cuello con calma. Tengo ganas de darle un golpe pero estoy de espaldas a él y su agarre en mi cintura no me deja.

—D-deja... Mi cuello... —pido a las buenas intentando que ningún ruido salga de mi boca. Se detiene un momento para dirigirme la palabra.

—¿Por qué?

—No me gusta, es todo —miento, pues no pienso decirle que me siento indefenso cuando hace eso. Cuando por fin pienso que dejará de hacerlo siento una mordida en mi cuello —¡T-Tetcho!

—¿Qué? Dijiste que no lamiera tu cuello así que puedo morderlo —dice como si fuera algo casual.

—¡Pero no me muerdas tampoco!

—Tu nunca dijiste que no podía morder tu cuello.

—¡Pero ahora te lo estoy diciendo, idiota!

Para mi sorpresa no sólo deja mi cuello, si no que también deshace el agarre de mi cintura. Al fin consigo pararme y él hace lo mismo.

—¿Quieres que te preste ropa? —pregunta acercándose a su armario.

—Si quieres... Aunque no se si seamos la misma talla —lo sigo hacia el armario para poder elegir algo.

—Mayormente mi ropa te quedaría un poco grande pero... —busca en un cajón y saca un conjunto de ropa —... Tengo esta que ya me queda chica, así que te debería quedar bien.

Me da el conjunto y me indica donde queda el baño para poder cambiarme, para mi sorpresa tiene uno en su habitación, en mi casa ni baño tenía, bueno, mejor dicho, mi padre no me dejaba usarlo. Me pruebo la ropa y me queda bien, se lo muestro a Tetcho y opina lo mismo.

—Oye... ¿Ya les preguntaste a tus padres si me puedo quedar?

—Sí, se los comenté antes de que te despertaras, y me dijeron que si puedes —dice dando una pequeña pausa —. ¿Quieres ir al centro comercial para comprarte ropa? Hay que aprovechar que es fin de semana.

—No tengo dinero para ropa —respondo un poco avergonzado.

—Yo te la compro.

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Buscamos bastantes tiendas de ropa, Tetcho insistió mucho en pagar la ropa aunque no me gustaba mucho la idea, no quiero parecer que dependo de él. Nos detenemos un momento en un puesto de comida para desayunar, pues no habíamos comido nada.

Otra vez tengo que soportar las combinaciones raras de Tetcho, aún no entiendo porque le gusta combinar cosas del mismo color, eso nunca voy a comprender. Yo trato de comer pero casi no me gusta hacerlo cuando me están viendo, no se porque pasa eso sólo no me gusta. Tetcho nota esto y trata de hacerme comer pero no lo consigue.

Pienso decirle que no tengo hambre pero no puedo mentirle, él parece detectar cuando miento. Tampoco pienso decirle que no pienso comer porque no me gusta comer cuando me miran pues me puede preguntar el porque y... No quiero decírselo, no puedo decirle que mi padre me creó la inseguridad de comer enfrente de alguien, pues el siempre me decía cosas como: "comes como cerdo" "aprende a comer" y esas palabras se quedaron en mi cabeza.

Salgo de nuevo de mis pensamientos cuando siento a Tetcho dándome de comer en la boca sin previo aviso, siento como mi cara se pone roja por la acción y estoy a punto de maldecirlo pero me vuelve a dar de comer como si fuera un niño pequeño.

—¡¿Qué haces?! —tapo mi boca para evitar que pueda meter más comida en ella.

—Te doy de comer.

—¡Pero así no! ¡Parece como si fuera un bebé!

—Es que no estabas comiendo y no vi otra opción.

Seguimos comiendo y dejamos la conversación hasta ahí, cuando el voltea hacia algún lugar yo aprovecho para comer asegurando que no me vea.

Cuando por fin terminamos de hacer lo que teníamos que hacer en el centro comercial nos regresamos a su casa. Llegamos y me pidió que le enseñara como me queda la ropa que compré, me niego a la primera pero logra convencerme.

Me pruebo otra vez la ropa que escogí y se lo muestro hasta que llega el turno de un conjunto que no quiero probarme pero él me obliga. Por último le muestro él conjunto el cual es una pijama de gato que Tetcho me obligó a comprar. Cuando se lo muestro logro escuchar que sus latidos se aceleran.

—¡Te ves hermoso! —exclama abrazandome.

—¡Sueltame!

—No —aprieta más el abrazo y se acerca a mi oído —. Cuando te veo vestido así me dan ganas de hacerte un montón de cosas... —me susurra y lame el lóbulo de mi oreja, provocando un escalofrío en mi cuerpo.

Le doy un golpe para que me suelte y él sólo se limita a reír, en serio es molesto, además, no tiene derecho a hacerme ese tipo de comentarios, ¿verdad? Y se que nunca se atrevería o eso espero.

—Estás rojo —menciona aguantando una risa.

—¡Callate!

◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦

Este capítulo ya es un poco más largo, espero y se la pasen bien hoy y pues... Sin más que decir, nos vemos en otro capítulo.