Capítulo LXXIII

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-TETCHO-

Ya es hora del receso, así que me encuentro buscando a Jouno, pues desapareció apenas iniciando el descanso.

Teruko y Tachihara se quedaron en la mesa donde comemos siempre. En un principio, ambos querían ayudarme a buscar a mi novio, pero no quería molestarlos con eso, así que preferí venir solo.

Lo busco en las canchas, los patios, los baños, hasta en los salones (los cuales deberían de estar vacíos), pero no encuentro nada. Vuelvo a pasar por la cafetería, puede que haya estado ahí y no lo haya visto, pero no es así.

Trato de hacer memoria de los lugares donde, muy posiblemente, se escondería. Y, ahora que lo pienso, ¿por qué? ¿Por qué desapareció así de la nada? Sé que suele querer estar solo algunas veces, pero... siempre avisa cuando necesita su espacio.

Recuerdo y analizo cada uno de los lugares, hasta que recuerdo uno donde casi no hay gente, además de haber bastante viento y una buena vista desde las alturas (aunque, obviamente, él no la puede ver).

Y, obviamente, me refiero a la azotea.

Subo las escaleras para llegar al lugar, el cual se encuentra despejado y tranquilo. Sin dudas, un lugar en el que Jouno vendría.

Busco en todo el lugar, y no encuentro nada, hasta que noto que falta la parte de hasta el final de la azotea. Me acerco al lugar, y escucho unos sollozos que reconozco al instante.

—¿Jouno? —asomo mi cabeza por la pared, encontrándome con él.

Él gira su cabeza un poco hacia mí, dejando ver unas lágrimas correr por sus mejillas. Cuando nota mi presencia, esconde su cabeza en medio de sus piernas, las cuales están siendo abrazadas contra su pecho.

—¿Qué... Qué haces aquí? —me pregunta, su voz parece rota.

—Te estaba buscando —me acerco a él para sentarme a su lado, cruzando mis piernas —. ¿Qué te pasó? —intento rodearlo con el brazo, pero me aparta.

—Nada... Estoy bien.

No lo parece por su voz. Me duele tener que verlo así, y más si no sé la razón. Desde la primera clase estuvo distante, y desapareció unos minutos en el receso.

—Sé que no es así —me acerco un poco más —. Puedes decirme lo que sea, Jou, ¿lo sabes, verdad?

—Lo sé... —su voz suena frustrada y triste —. Puedes irte, sólo quiero estar solo.

—Sé que me mientes... No te voy a dejar solo.

—¿Por qué tienes que ser tan necio? —dice, frustrado.

No puedo ver su rostro, bueno, no el lado derecho, pues el izquierdo he logrado ver. Se me hace extraño que no quiera mostrar su rostro.

Lo tomo de la quijada, levantando su rostro. Él intenta detenerme, pero no lo logra. Visualizo un moretón en su ojo derecho...

Me tallo los ojos para volver a ver y comprobar que no estoy alucinando cosas... Pero no es así... Sí tiene un moretón. Él vuelve a esconder su rostro.

No creo que haya sido su padre... ¿verdad? O sea, no hay ninguna señal de que haya podido ser él...

—¿Quién fue? —pregunto, serio.

—¿Qué cosa? —se hace el loco.

Lo acorralo en la pared para que entienda que hablo en serio. Me acerco un poco a su rostro para volver a hablar:

—Vuelvo a repetir... ¿Quién fue?

Él duda unos segundos, pero contesta:

—¿Te... Te acuerdas de Yuan y su grupo de amigos? —pregunta. No hay que ser un genio para saber a lo que refiere.

«Esa zo-»

—Voy a matar a esa perra —me levanto, rápidamente, de mi lugar, pero soy detenido por él.

—Por favor... No te metas en problemas... No vale la pena... No valgo la pena —dice, con la cabeza agachada.

—Jouno... —me acerco a él, lo tomo del rostro, y lo alzo —. Para mí, todo vale la pena si se trata de tí...

Seco con mi pulgar las lágrimas que caen por sus mejillas, además de darle unos besitos por todo el rostro.

Él me abraza y hunde su cabeza en mi pecho. Acaricio su cabeza, tratando de calmarlo. Lo abrazo de la cintura, atrayendolo más a mí.

—Tranquilo... yo estoy aquí... —acaricio su espalda —. Si hay algo más que quieras decir, puedes decirlo.

—Yo... Yo... Lo siento —refuerza su agarre.

Se está... ¿disculpando? ¿Por qué lo hace? Él no ha tenido la culpa de nada.

—¿Por qué te disculpas?

—Perdón... Perdón por no ser un buen novio, un buen amigo, una buena pareja... Lamento no ser suficiente para tí... Perdón por no saber demostrar muy bien mis emociones... Por ser un inútil, un inservible, un bueno para nada. Yo...

—Jouno —lo llamo, tomando su rostro entre mis manos —. Tú eres un buen novio, al igual que amigo. Eres suficiente, repitelo en tu cabeza... No importa si no te sabes expresar, entiendo que no es una tarea fácil para algunos... No eres un inútil, ni un inservible o bueno para nada... Jouno... Tú eres perfecto, sé que dirás que nadie es perfecto en este mundo pero... —hago una pequeña pausa —, para mí, tú lo eres...

Él vuelve a estallar en lágrimas, mientras yo lo vuelvo a abrazar. Me pregunto que le habrá dicho esa perra de Yuan, debió de haber sido algo demasiado grave como para que esté así...

Si de algo estoy seguro, es de que voy a matar a esa zorra...

Y creo que Teruko estará encantada de acompañarme.

◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦

NUEVO CAPÍTULO. Sé que no es la gran cosa... pero bueno.

Nos vemos en otro capítulo.

¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora