-JOUNO-
Me despierto un poco adolorido. Tardo en darme cuenta, pero soy consciente de que me encuentro en la cama de Tetcho, el cual se encuentra aún dormido mientras me abraza por la cintura.
El recuerdo de ayer se me viene a la mente. El cumpleaños de mi novio fue ayer, y decidí quedarme a dormir para darle un último regalo... uno que aprovechó demasiado.
Siento un gran dolor en las caderas, creo que debí haberle dado menos posibilidades a Tetcho, él siempre aprovecha cuando lo dejo cogerme.
Siento que empieza a despertar, después siento un beso en mi mejilla, mi rostro arde por la acción.
—Buenos días —saluda, soltando un bostezo —. ¿Cómo dormiste?
—Bien.
—¿Seguro? —asiento a su pregunta —. De casualidad ¿te gustó lo de anoche?
Mi rostro arde por mil. ¿A qué se debe esa pregunta? Nunca había preguntado algo así. ¿Será que expresé que no me había gustado? Porque eso no era el caso, pero tampoco le pienso decir que sí me gustó.
Intento hacerme el tonto, fingiendo que no escuché la pregunta. Obviamente no es muy creíble, pues mi audición es demasiado buena como para no haber escuchado eso.
En ese momento recuerdo que no le avisé a mi papá que me iba a quedar con Tetcho. Me siento rápidamente en la cama y empiezo a buscar mi celular.
Lo encuentro y me topo con varios mensajes y llamadas perdidas de mi padre.
—Lo siento, Tetcho, pero me tengo que ir —intento levantarme de la cama, pero el dolor me lo impide.
—¿Te ayudo? —él se levanta y me ayuda a pararme —. Creo que te tendré que llevar a tu casa.
—No quiero ser una carga. Yo puedo solo —hago el intento de caminar, pero, nuevamente, el dolor lo impide —. Creo que mejor sí me ayudas.
Me carga en su espalda, me aferro a él para evitar caerme. Bajamos las escaleras, al parecer, su familia aún no despertaba, cosa que es muy buena en estos momentos.
Salimos de su casa para ir a la mía. Él camino se me hizo más rápido que de costumbre, creo que es porque Tetcho me está llevando.
Llegamos a mi casa, él toca la puerta, y mi padre es quien la abre. Espero algún regaño de su parte, pero nos saluda y nos deja pasar.
—Presentía que te habías quedado con él —escucho como cierra la puerta —. Tomen asiento, si quieren.
Hacemos lo que dice. Trato de disimular el dolor, pero disimular este tipo de situaciones no es una de las cosas que haga muy bien.
—Lamento haberte preocupado —me disculpo —. Debí haberte dicho, y...
—No te preocupes —me interrumpe —. Y... ¿se la pasaron bien anoche? —siento que su pregunta tiene un doble sentido, lo que hace que mis mejillas ardan —. Veo que están usando los collares que compraste de regalo.
—Sí...
—Su hijo fue muy amable por el regalo, aunque no era necesario, mientras tuviera su presencia todo hubiera estado bien.
—Si era necesario —insisto.
—Si tú lo dices.
Nos quedamos callados, Tetcho me rodea con el brazo y me acerca a él, me da un beso en la frente y me acurruca en su pecho.
—¿Y qué hicieron anoche? —mi papá vuelve a hacer la pregunta —. Supongo que... fue una noche de pasión, ¿no?
Hundo mi rostro en el pecho de Tetcho, nunca había sentido las ganas de querer desparecer en este momento.
Quería decir algo, pero mi novio se me adelanta. Sólo espero y no diga alguna idiotez.
—En realidad, sí. Por cierto, su hijo gime demasiado bien.
Le doy un golpe en la cabeza a Tetcho, el ardor en mi rostro se multiplica al cien.
—¡Callate!
—Pero es la verdad —rodea mi cintura con sus brazos —. También es demasiado lindo desnudo, además de ser más hormonal de lo que aparenta, ayer me pedía que...
—¡Que te calles! —le tapo la boca, escucho una risa proveniente de mi padre.
—Creo que esas cosas son un poco personales para andarlas diciendo.
—Exacto. Sólo que este idiota no entiende —le doy otro golpe a Tetcho.
—Aún así... me interesa saber lo que mi hijo te dijo.
—¡Papá! —volteo hacia Tetcho —. Ni se te ocurra decir algo —advierto, con mi voz sádica que suelo usar algunas veces.
—Lo siento, pero no puedo decirlo —muestro una sonrisa victoriosa por lo dicho por mi novio —. Tal vez en otro momento.
—¡¿Qué estás diciendo, idiota?! —lo sacudo bruscamente.
—Ya déjalo, Jouno.
Finalmente, lo suelto, aunque no me gusta mucho la idea de no darle una enorme paliza.
—Creo que ya me tengo que ir —informa Tetcho, levantándose del sofá —. Nos vemos —empieza a caminar hacia la puerta.
—¿No te vas a despedir bien? —me cruzo de brazos y frunzo el ceño.
Él se acerca hacia mí, escucho una risa baja salir de su boca, ¿ahora de qué se ríe? Me toma de la mejilla y me da un pequeño beso en los labios.
—¿Así está bien?
—Sí... —agacho la cabeza, siento mis mejillas algo calientes —. Adiós.
—Adiós.
Se va y me deja con mi padre, el cual me molesta diciéndome que estoy todo rojo. Juro que, sino fuera mi padre, lo mataría ahorita mismo.
◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦
Aquí un nuevo capítulo, sé que es horrible, pero es lo mejor que pude hacer.
Nos vemos en otro capítulo.
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¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]
FanfictionTetcho y Kenji son un par de hermanos que acaban de mudarse a la ciudad de Yokohama con su familia. En esta nueva ciudad se encontrarán con Jouno y Kyouka, quienes harán que nuevos sentimientos se hagan presentes en los hermanos. •AU escolar •Tetch...