Capítulo XLIII

98 9 6
                                    

-TETCHO-

Jouno empezó a entrar en pánico, no podíamos creer que su padre si o si estaba aún en la casa. Pensamos abandonar el lugar cuando escuchamos un ruido en la parte de arriba.

Mi novio subió las escaleras para saber de que se trataba, yo lo seguí, no quiero que le pase nada... No lo puedo permitir.

—¿De dónde vino el ruido? —pregunto.

—No lo sé... —se apoya en la pared al lado de las escaleras —. Supongo que vino de una de estas habitaciones.

—Supongo... —recorro el pasillo con mi vista hasta que me da curiosidad una habitación —. ¿Puedo ver cual es tu cuarto?

Veo que se sobresalta un poco, niega con la cabeza. Le sigo insistiendo, pues en serio quiero ver donde dormía, aunque sé que no va a ser un lugar muy lindo. Después de mucha exigencia por mi parte, accedió.

Empezó a caminar hacia una puerta, una la cual estaba destrozada... Debe ser de cuando llamé a la policía o cuando él mismo escapó de su padre. Entra y logro visualizar el cuarto, ya sabía que iba a ser un desorden pero... Tampoco pensé que sería demasiado, ni siquiera tenía una cama.

—Es horrible, lo sé —habla mientras se cruza de brazos —. Era dormir aquí ó en el sótano... Era mejor dormir en el sótano —suelta una pequeña risa por lo último, él parece restarle importancia a sus problemas... Y eso no me gusta.

—Creo que debemos de irnos.

Él estaba apunto de abrir la boca pero escuchamos otro ruido, este fue mucho más fuerte y más cerca. Jouno corrió hacia mí, se ve demasiado asustado, sólo espero y sea un mapache.

Se me viene una pequeña idea... Nunca he sabido como manejar una situación como esta pero... Tal vez esto calme un poco a Jouno. Lo agarro del rostro y lo beso, sé que no suena algo que calma a alguien, pero fue lo único que se me vino a la mente.

Él corresponde el beso, aunque duda un poco en hacerlo. Cuando nos separamos, se queda confundido, ni siquiera yo sé porque hice eso.

—¿Qué fue eso?

—Pensé que eso te calmaria...

—No me gusta admitirlo pero... Sí me calmó... —suelto una pequeña risa, noto su rostro tornarse de rojo —. ¡Sólo un poco!

—Bien... Pero no grites, puede que si haya alguien en la casa.

—No... Y si hubiera, mi padre no saldría aunque haya regresado. Además, vienes conmigo, así que es muy poco probable ya que no va a poder con dos.

Nos dirigimos a la puerta principal después de eso, lo único que quiero es salir de aquí. Cuando llegamos la puerta se encuentra cerrada, trato de abrirla pero no lo hace. Jouno empieza a entrar aún más en pánico, lo único que puedo hacer es calmarlo.

Escuchamos pasos acercándose, coloco a mi novio detrás de mí y empiezo a ver de quien se trata.

—¿Hay alguien ahí? —pregunto.

—Puede ser... —se escucha otra voz, volteo hacia donde proviene y logro observar al padre de Jouno.

—¿Papá...? —mi novio se encuentra hecho bolita en una esquina.

—No me sorprende ver que volviste... Aunque nunca pensé que traerias a este —me voltea a ver.

—¡Tengo un nombre! ¿Sabe?

—No me importa tu estúpido nombre.

—No peleen... Por favor —nos pide mi novio.

—¿Qué haces ahí? Pareces un cobarde hecho bolita. Aunque siempre has sido uno...

—¡No lo llame así! —me pongo enfrente del hombre —. ¡Usted no tiene ningún derecho de decirle así!

—Claro que tengo... Soy su padre. No es mi culpa que sea un cobarde, además de un imbécil, inservible, inútil, estúpido y- —no logro controlarme y le doy un puñetazo en la cara.

—¡Tetcho! Controlate.

—No puedo permitir que diga esas cosas de tí.

—Pero... Él dice la verdad.

—¡Claro que no!

—¿Ves? Hasta él sabe que digo la verdad —su padre se recupera del golpe —. Aún no puedo creer que te hayas fijado en mí hijo. O sea miralo, es horrible, además está gordo y es muy feo.

—¡Deje de decirle cosas así! Él es perfecto, único, inteligente, hermoso, bello, maravilloso, agradable, especial, lindo, tierno, adorable y muchas otras cosas más. Su hijo es perfecto y usted no lo ve.

El hombre siguió insultando a Jouno, yo no aguanté y lo volví a golpear, sólo que esta vez mucho más fuerte. Por un momento lo dejo noqueado, eso da tiempo para poder salir con Jouno.

Tuvimos que romper una ventana para salir, pues no había nada abierto. Cuando salimos, Jouno empezó a llorar mucho más fuerte que hace rato, las palabras que dijo su padre lo hirieron, y bastante.

Seco sus lágrimas y deposito un beso en su frente. Hunde su cabeza en mi pecho y sigue llorando, me duele verlo así, aún no puedo creer que ese hombre sea capaz de decirle algo así a su hijo.

—Soy horrible... ¿Verdad? —me pregunta mientras alza la cabeza.

—No lo eres... Eres hermoso —acaricio su cabeza —. No tienes que hacerle caso a ese estúpido hombre.

—Pero él no es el único que me lo ha dicho —frunzo el ceño por esa oración, parece que entiende que no comprendo y vuelve a hablar —: En la escuela... Muchos me han llegado a decir que soy horrible... Hasta la actualidad me lo siguen diciendo...

—¿Quienes te dijeron así? —lo miro directamente, mi tono de voz es uno más serio.

—No recuerdo...

Dejamos la conversación hasta ahí. Lo cargo en mi espalda y empiezo a caminar rumbo a nuestra casa, él se queda dormido en el camino, se ve tan hermoso que no puedo creer que se sienta feo.

Llego a la casa y lo acuesto en la cama, le quito su chamarra para que duerma cómodo, en un momento pienso en también quitarle su camisa pero... Él no suele dormir sin ella, además no quiero que piense que me lo quise coger...

Aunque realmente si quiero cogermelo.

◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦

NUEVO CAPÍTULO.

¿Se acuerdan de mi examen de Física? Pues fuí la calificación más alta, saqué un 13/15, eso es un gran logro para mí.

Espero y les haya gustado este capítulo, así que... Nos vemos en otro capítulo.

¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora