¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]

Capítulo XXXVII

-TETCHO-

Me encuentro haciendo ejercicio en mi cuarto, Jouno está tomando una leche con chocolate mientras escribe algo en mi laptop, al parecer una tarea que tenía extra por no se que cosa.

Termino mi rutina y agarro una toalla para secarme el sudor. Esta vez no salí a la calle a mis entrenamientos ya que no quería dejar solo a Jouno, y menos sabiendo que mis padres hoy no trabajan y a él le da un poco de... Pena para hablarles.

Me meto a bañar ya que estoy lleno de sudor, y porque Jouno me regañó por el olor del sudor y obviamente tengo que hacer todo lo que quiera para que se sienta cómodo, por ejemplo, si él me dice que me tire de un puente, lo hago.

Cuando salgo de bañarme me dirijo a mi closet para buscar algo que ponerme. Noto que Jouno se comporta un poco... ¿Incómodo? No se como describirlo.

—¿Qué tienes? —pregunto al notar su comportamiento.

—Es que... No traes ropa...

—¿Y cómo lo sabes? —me siento en una orilla de la cama.

—No escuché que te cambiaras... Además, ahorita pude escuchar que buscabas ropa.

—Ah... Bueno, perdón si te incomodo, no tengo otras intenciones si es lo que piensas... ¿O si? —me acerco un poco a él y me coloco encima suyo para ponerlo nervioso.

—T-Tetcho... —noto que sus mejillas se tornan de color rojo —. Bajate, por favor —intenta apartarme.

Le hago caso cuando logro que su rostro esté completamente rojo, me gusta verlo nervioso... Se ve aún más lindo.

Me cambio y me acuesto en la cama al lado de él, lo abrazo de la cintura y me asomo a la pantalla de la laptop para saber que hace, recibo un golpe por esto último, pues, según él, estoy siendo chismoso. Mientras sigue escribiendo me doy la tarea de poder observarlo mejor, su cabello está un poco húmedo ya que no hace mucho se bañó, también está usando una camisa que le queda un poco grande... ¡Se ve precioso!

—¿Ya te dije que eres muy lindo?

—No digas tonterias, Tetcho —deja de escribir y cierra la laptop para acostarse a mi lado —, ya te dije que no soy lindo.

—Si sigues diciendo eso voy a morderte, y esta vez hablo en serio.

—Como digas. —noto que quiere acurrucarse en mi pecho pero le da un poco de pena así que lo acurruco yo.

—Oye... Creo que ya es tiempo de decirle a mis padres sobre lo nuestro. —sugiero, noto que se sobresalta un poco.

—¿Estás seguro? —yo sólo asiento —. Pues... Creo que si, pero tengo miedo de que no lo acepten...

—Si no lo aceptan no va a importar, yo nunca te dejaría si llegan a rechazar nuestra relación. —le doy un beso en la frente.

—Entonces si. Sólo que también hay que encontrar un buen momento para decirles.

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La hora de la comida había llegado, Jouno y yo quedamos en que este sería el momento perfecto para dar a conocer nuestra relación a mis padres, pues mis hermanos ya sabían.

—Hay algo que queremos decirles. —dejo a un lado mis palillos para poder hablar.

—¿Qué pasa, hijo? —pregunta mi madre, noto a Jouno muy nervioso pero ya no hay vuelta atrás.

—Jouno y yo tenemos algo importante que decir, y es que... —tomo un poco de aire y hablo —... Jouno y yo somos novios.

Noto las expresiones de mis padres, se muestran sorprendidos por lo anterior dicho, Haruko está igual y no puede apartar su vista del chisme, Kenji sólo sigue comiendo, mientras que Jouno parece estar buscando una forma de salir corriendo.

—Eso es... Inesperado —habla primero mi padre —. Pero tienen mi apoyo, aunque si me sorprende un poco lo acepto.

—Yo ya pensaba que había algo entre ustedes —interviene mi madre, Jouno y yo nos quedamos sorprendidos por su respuesta —. Siempre los veía juntos y más cariñosos de lo normal, por eso sospechaba. Ustedes también tienen mi apoyo.

—¡¿En serio?! —ellos sólo asienten y nosotros dos soltamos un suspiro de alivio.

—Asi que... Jouno, ya nos puedes llamar suegros.

—¡¿Eh?! Este... No se que decir... Siento que es un poco pronto, ¿no? Ayuda, no se que estoy diciendo. —se acerca a mí por los nervios y me abraza, se nota que está demasiado nervioso.

—También ya puedes decirme cuñada. —menciona Haruko.

—No lo molestes, aún está nervioso.

—Ahora toca decirles a Teruko y Tachihara, ¿no?

—Si.

—¿Desde cuando son novios? —interroga mi madre.

—Desde que él se vino a vivir aquí. —respondo.

—Entonces ya se que hacían cuando los dejabamos solos...

—¡No es lo que piensa! ¡No hacíamos nada! —ese comentario logró poner a Jouno más nervioso de lo que estaba.

—Jouno tiene razón —le di la razón, el asintió —, él no me dejaba hacerle nada.

—¡¿Qué estás diciendo?! —recibo un golpe de su parte —. ¡Eso no es cierto!

—Si tu lo dices... —mi madre suelta una pequeña risa, el rostro de Jouno está completamente rojo demostrando que le dió un poco de vergüenza el tema.

◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦

Aquí nuevo capítulo. Espero y les guste, nos vemos en otro capítulo.