Capítulo XXIII

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-JOUNO-

La noche ya había llegado, me encuentro acostado en la cama de Tetcho con la cabeza hacia arriba como si pudiera ver el techo. Tetcho se encuentra a mi lado intentando dormir soltando uno que otro comentario. Siento como se me acerca y me agarra de la cintura, aquí vamos de nuevo... Últimamente él ha estado muy hormonal, no se el porque pero lo ha estado y eso no me gusta.

Siempre me dice que me quiere coger y cosas por el estilo y hasta lo ha intentado pero a mi no me gusta. No es que me desagrade el hecho de querer tener algo íntimo con Tetcho si no que... Cuando intenta pasarse de la línea me recuerda a mi padre cuando el abusaba de mí... La diferencia es que Tetcho acepta mi decisión y no hace nada que no le permita, pero mi padre lo hacía sin mi consentimiento.

Siento un pequeño beso en mi mejilla y me doy cuenta de que es Tetcho, se encuentra mirándome y hace unos chillidos como si fuera un cachorro triste. Suelto una pequeña risa por su comportamiento, a veces es difícil entender a este chico.

—¿Que pasa? —pregunto volteandome para quedar enfrente de él.

—Te veo pensativo, ¿qué tienes?

—Nada —miento, no quiero molestarlo con mis problemas pero insiste.

—Mientes.

Lo ignoro para evitar el tema, vuelvo a voltearme pero esta vez quedo a espaldas de él. Es obvio que estoy mintiendo, trato de despejar mis pensamientos pero no puedo, también últimamente he estado recordando de más todo lo que vivi con mi padre.

Se que Tetcho ya sabe el trato que recibía pero... No lo sabe todo, hay cosas que prefiero no contarle como los abusos hacia mi de mi padre, la muerte de mi madre y... Prefiero no recordarlo. Él sigue pidiendo que le cuente lo que me pasa pero me vuelvo a negar pero definitivamente no se va a rendir.

—Dime, ¿no confías en mi?

—Es... Personal...

—Entonces si tienes algo —me voltea para quedar de frente, ahora me doy cuenta que le acabo de decir que efectivamente tengo algo.

—No es importante... Es absurdo —me cruzo de brazos e intento volver a voltearme pero no me lo permite.

—Por favor, los problemas son importantes sin importar lo que sean —al no recibir respuesta me empieza a sacudir desesperadamente para que responda.

—¡De-ja-me! —deja de sacudirme por un momento pero vuelve a hacerlo cuando lo ignoro —. ¡Está bien, pero dejame! —para de inmediato y se pone a escucharme —. Sólo estoy pensando, no es nada.

—¿Qué piensas?

—Es absurdo, no quiero molestarte con mis problemas.

—¡Jouno Saigiku! —se sienta y yo hago lo mismo, me agarra de los hombros y habla nuevamente —. Tus problemas nunca, pero escucha bien, nunca me van a molestar, así que dime que tienes —dijo todo esto en un tono bastante serio, por un momento siento que las lágrimas quieren salir de mis ojos pero lo impido.

El me acurruca en su pecho y empieza a acariciar mi cabello y me da un beso en la frente. Me quedo en silencio y pienso como decirle sin soltar lágrimas.

—Pues... Aún sigo pensando en todo lo que vivi con... Ya sabes quien...

—Eso ya pasó, entiendo que aún no te recuperes pero en algún momento vas a olvidar todos los golpes que recibiste.

—No sólo eran golpes, Tetcho... —hundo un poco mi cabeza en su pecho y dejo salir algunas lágrimas.

—¿Que?

—Si... Algunas veces él... Él... —trato de decirlo pero las palabras no salen de mi boca, me aferro un poco a su camisa y él nota mi estado.

—Escúchame —alza mi rostro para verme —, no te voy a obligar a contarme, cuando estés listo.

—Él... Llegó a abusar de mí... —logro pronunciar, las lágrimas siguieron callendo por mis mejillas.

Tetcho me abraza con fuerza y vuelta a acariciar mi cabello para tratar de calmarme, noto que sus latidos han cambiado, ahora parece... ¿Molesto? Pero... ¿Por qué?

—¿Entonces... Ese mal parido te tocó sin tu consentimiento? —sólo asiento y noto que se enoja aún más —. Juro que algún día lo voy a matar.

—No es necesario...

—Si lo es, merece pagar por eso.

—Si... Pero... No quiero que cometas una locura —me vuelvo a acurrucar en su pecho —. También hay otras cosas... Él fue el responsable de la muerte de mi madre y... Él culpable de que haya quedado ciego... —digo esto último en pequeños sollozos.

—¿Como?

—Unas pequeñas discusiones que tuvimos y... Las cosas no salieron bien.

Me acuesta en la cama y se coloca a mi lado, aún sigo con mi cabeza en su pecho... Es lo único que me tranquiliza, las lágrimas aumentan al igual que los besos que Tetcho me da en el rostro para calmarme.

Un buen rato después ya parezco calmado, necesito algo para despejar mi mente, el sueño se me quitó así que no se que hacer. Siento como Tetcho se acerca a mi oído y me habla:

—¿Quieres jugar un rato? —me susurra con un tono juguetón, siento mi cara hervir y un escalofrío recorre mi cuerpo —. Es para que te olvides de todo y puedas disfrutar de algo.

—¿Duele? —pregunto, pues no tengo conocimiento sobre el tema.

—Depende, no te haré daño, lo prometo.

—¿Tu... Ya lo has hecho?

—No... Pero se del tema.

—¿No nos van a oír?

—No.

—Entonces... Si, pero no te pases mucho.

Él se pone ensima de mi y se vuelve a acercar a mi oído, puedo notar en sus latidos que está ansioso por hacer esto.

—Tranquilo...

◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦

Bien, díganme si quieren que escriba cuando se dan como cajón que no cierra. Nos vemos en otro capítulo.

¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora