Capítulo LXXII

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-TACHIHARA-

Nos encontramos platicando sobre el estado en el que se encuentra nuestro amigo, Jouno. Hoy quedamos en reunirnos en una de las mesas del parque, pero él llegó como en otras ocasiones: sin poder caminar, con "moretones" en su cuello y otras partes de su cuerpo, además de tener, igualmente, un par de mordidas.

—Parece que te dieron duro anoche, ¿no, Jouno? —se burla mi amiga.

—¡T-tú callate!

—En realidad, no fue tanto —menciona Tetcho.

—Tú también cállate, Tetcho... —Jouno golpea su cabeza con la mesa.

Teruko suelta una risa (por milésima vez). Desde que Jouno llegó en ese estado, nuestra amiga no ha dejado de burlarse de aquello.

Ahora que me doy cuenta... es demasiado linda... y su risa también. Agito mi cabeza. ¿Pero qué estoy pensando? De seguro estoy enfermo, ¿no?

Me dedico a examinar a Teruko, nunca lo he hecho con tanto detalle. Su cabello entre rojo y rosado fuerte (nunca supe con exactitud su color de cabello, pero creo que es pelirrojo), sus ojos rosados... Aún no entiendo como no tiene pareja, si es muy linda.

Ella me mira de reojo, provocando que gire hacia la dirección opuesta, no sé porque, pero siento mi rostro arder.

Intento miararla "disimuladamente", pero ahora es ella quien evita mi mirada. Me volteo hacia los otros dos, quienes se encuentran platicando, como siempre.

Noto que Teruko se distrae con los niños que corren por el parque, jugando. Apoyó su cabeza en su mano, es una posición que hace que se vea muy linda.

Su sonrisa se hace presente cuando un par de niños se la pasan jugando a las atrapadas, pues algunos se terminan cayendo mientras juegan.

Intento verla un poco más, no me había dado cuenta de lo que llevaba puesto: una chaqueta roja con una blusa gris debajo de esta, al igual que un pantalón de mezclilla. No logro ver sus zapatos, pero sé que son unos tenis.

—¿Nadie tiene alguna idea que podamos hacer? —pregunto, pues ya me estoy aburriendo de estar aquí.

—Yo tengo una —Teruko voltea hacia mí, mostrando una sonrisa —. Vamos a tocar los timbres de las casas.

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—¡¿Por qué accedí a esto?!

Las quejas de Jouno se hacen presentes. Teruko había tocado el timbre de varias casas al mismo tiempo, así que teníamos que correr, y, obviamente, nuestro amigo no podía al cien.

—¡No te quedes ahí! —le reclama mi amiga cuando nota que se detiene —. Intenta no pensar en el dolor.

—¿Estás loca? ¡¿Cómo dejo de pensar en el do-?! —se calla cuando siente que Tetcho lo carga en su espalda.

—¡Después te quejas de eso, amor!

—¡Idiota, avisa! —vuelve a reclamar, aferrándose a su novio.

—Perdón.

—¡Dejen de hablar y corran!

Ya habíamos corrido demasiado, hasta que nos dejamos caer en el pavimento de la calle unas casas después. Estábamos agotados, ni en la escuela corrïamos así.

Intento recuperar la respiración, mi pulso se aceleró por la distancia recorrida. Volteo hacia los otros tres, Teruko estaba tirada en el suelo, mientras que Tetcho examinaba a Jouno para comprobar que no se había golpeado con algo (pues, aunque él lo llevaba cargando, no pudo observar si no se lastimaba con algo).

—Creo que debemos quitarnos de aquí —sugiero —. Nos pueden atropellar.

—No me parece mala idea ser atropellado —"bromea" Jouno, quien recibe un pequeño golpe por parte de su novio —. ¡Oye!

—No digas cosas como esa... —Tetcho lo abraza por la cintura.

—Yo apoyo la idea de Tachi —dice Teruko, levantándose de la calle —. Hay que ir a unas bancas que están por allá —apunta hacia otro pequeño parque que hay.

Nosotros no decimos nada, sólo nos paramos y la seguimos. Decido mirar hacia atrás, donde veo a los otros dos. Nuevamente, Jouno es cargado por Tetcho, en mi opinión, se ven demasiado tiernos así... Hacen muy bonita pareja.

Hago contacto visual con Tetcho, quien sólo me sonríe, pero sé que, en realidad, me quería decir un «deja de mirar a mi novio o te doy un puñetazo». Tetcho siempre suele ser demasiado celoso, creo que es el más celoso de ellos dos... aunque Jouno también es celoso, sólo que no se lo demuestra al contrario.

Llegamos a las bancas y mesas del otro parque. Nuestra amiga eligió una mesa alejada de la gente y con sombra. Nos sentamos, para empezar a platicar por milésima vez en el día.

—Uf. Eso fué divertido, ¿no? —pregunta ella, estirando sus piernas debajo de la mesa.

—Claro. No nos molestó el correr demasiado sólo por tocar unos estúpidos timbres —Jouno utiliza su tono sarcástico, alargando la «a» en la primera palabra.

—¡Tú ni corriste! Sólo fuiste cargado por tu novio —se queja nuestra amiga.

—Pero Tetcho sí. Él ahora está muy cansado.

—Awww. ¿Te preocupas por mí? —Tetcho le da un beso en la mejilla y lo abraza.

—Tú callate —Jouno se cruza de brazos.

—Muy bien, ¿alguna otra idea?

—Creo que ya no hay ninguna, Teruko —digo.

—¿Y si nos aventamos de un edificio? —propone Jouno.

—Jouno... —sentencia su novio.

—Era broma —muestra una sonrisa inocente —, pero si quieren no es broma —vuelve a recibir otro golpe —. ¡Es broma!

—Más te vale.

—Me agrada la idea de Jouno.

—Teruko... —ahora soy yo el de la sentencia, ella sólo alza sus manos en forma de inocencia, sin decir nada.

—Después vamos tú y yo, Jouno, ¿te parece? —susurra Teruko, pero logramos escucharla.

—Va —acepta nuestro amigo.

—¡Ni lo piensen! —exclamamos Tetcho y yo al unísono.

Ellos pusieron mala cara, pero aceptaron (a regañadientes, pero lo hicieron). Además, no creo que sean capaces de eso, bueno, Teruko está tan loca que es capaz, pero Jouno creo que ya no, pues ya no tiene esos pensamientos desde hace tiempo.

Creo que él no sería capaz... ¿verdad? O sea, Tetcho no se lo permitirá, y Teruko tampoco podrá, yo se lo impidiré. Bueno, creo que no hay que preocuparse por eso.

◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦

CAPÍTULO NARRADO POR TACHIHARA. ¿Creyeron que él no narraría? Pues se equivocaron. Al igual que él, Kyouka también narrará, sólo que aún no llegan esos capítulos.

Perdón si tardo en actualizar, pero denme tiempooo.

Bueno, con eso dicho, nos vemos en otro capítulo.






¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora