Capítulo LXVII

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-TETCHO-

Llegamos a la feria. Kenji ya se encontraba esperándonos con sus amigos, pues él decidió adelantarse.

Logramos convencer a Tachihara, aunque fue Teruko quien logró hacer que aceptara. Cuando vimos a mi hermano, empezó a correr a nuestra dirección junto con sus amigos detrás de él.

—¡Ya llegaron! Hay demasiadas cosas que podemos hacer —exclama Kenji.

—¿Ustedes son la pareja gay, verdad? —nos pregunta su amigo de pelo bicolor.

—Efectivamente —respondo —. ¿Por qué la pregunta?

—Es que... ¡amo a las parejas gay!

—Yo también las amo —comenta la niña rubia.

—Pues no te veo muy emocionada por eso, Elise.

—Tengo un hermano bisexual con una pareja gay, ya estoy acostumbrada, por eso no me emociono tanto —menciona.

—Espera... —hace una pequeña pausa —... ¿eso significa que... soy el único sin un hermano gay? O sea, Kyouka tiene a su hermano mayor, Kenji también, y también tú, Elise.

—Al parecer, si eres el único —dice Teruko —. Bueno, ¿a qué atracción vamos primero?

—A mi me llama la atención la montaña rusa —responde la novia de mi hermano.

—Parece buena idea, pero... ¿no es peligroso?

—Claro que no, Tachihara.

—Pero hay que recordar que hay una estatura para la atracción —Jouno voltea hacia nuestra amiga.

—¡¿Qué estás insinuando?! ¿Me estás diciendo enana?

—Yo nunca mencioné tu nombre, Teruko. Aunque puede que sí.

—¡Ahora vas a ver, peli blanco teñido! —se lanza a él.

—¡Mi cabello es natural! —trata de quitársela de encima.

—¿Pueden dejar de pelear? —no me hacen caso y siguen —. Jouno, pídele disculpas a Teruko si no quieres un castigo cuando estemos solos.

Él, inmediatamente, deja a Teruko de lado, mientras pide disculpas. Al parecer, no quiere ser castigado como en anteriores ocasiones, si que aprecia mucho el poder caminar y no estar cojeando a cada rato.

◦•●◉✿ ✿◉●•◦

Llegamos a la montaña rusa, la cual se veía demasiado alta. Ahora mismo le doy la razón a Tachihara cuando dijo que era algo peligroso.

Llegó nuestro turno en la fila para subir a la atracción. Los vagones eran de cuatro personas cada uno, así que nos tuvimos que dividir entre dos vagones. En uno irían Kenji y sus amigos; y en otro, mis amigos y yo.

La atracción empezó a funcionar, llevándonos hasta la punta de la montaña. Jouno se aferra a mí cuando empieza la bajada. Los gritos de Teruko se escuchan demasiado fuertes, apuesto a que se pueden escuchar hasta otra ciudad.

Tachihara parece haberse desmayado, no me sorprende viniendo de él. Echo un vistazo al vagón donde va mi hermano, y veo todo normal, sin contar los gritos del amigo peli-bicolor.

La atracción se acaba, todos salimos disparados afuera de la misma. Teruko se pone a abrazar el piso, mientras que Jouno se burla diciendo que es muy dramática.

Tachihara se terminó vomitando apenas salir, creo que no volverá a pisar una montaña rusa nunca más en su vida.

Por el lado de mi hermano, sus amigos resistieron más, parecen ya estar acostumbrados a algo así. Al parecer, nos humillaron en resistencia.

—¿Y si jugamos en algún puesto para ganar un premio? —ofrece mi cuñada.

—Buena idea.

—Vamos a ver quien logra ganar primero. Obviamente yo seré la primera —dice mi amiga.

Nos pusimos de acuerdo para escoger a cual de todos los puestos de juegos iríamos. Decidimos uno que era de disparar a unas botellas para ganar un peluche.

Todos nos pusimos en nuestras posiciones para jugar, aunque ibamos uno por uno. Primero fue Yumeno, después Elise, después de ella fue Kyouka, después Kenji, y luego Teruko, después fue Tachihara, y ahora sigo yo.

Intento apuntar bien para lograr ganar un peluche de gatito que vi entre los premios. Lamentablemente, fallé la mayor parte de los tiros que tenía. Será para la próxima.

Él último que falta ahora es Jouno, quien es uno de los más emocionados por el juego, pues siempre le ha gustado las armas, así que tener una pistola (aunque sea falsa) en sus manos, lo hace feliz.

Teruko hizo una apuesta con Tachihara, la cual decía que, si Jouno fallaba, mi amigo tendría que comprarle todo lo que ella quisiera por una semana; y si era lo contrario, sería viceversa.

Para su sorpresa, mi novio atinó todo bien. Ser ciego nunca fue una debilidad para él en este momento. Él escoge un premio que, casualmente, resulta ser el mismo gatito de peluche que yo quería.

—Bueno, vámonos a otra atracción —sugiere Elise.

Los demás empiezan a caminar hacia la próxima atracción que habíamos quedado. Jouno y yo somos los últimos en ir detrás de ellos.

—Tetcho...

Escucho la voz de Jouno a mis espaldas. Volteo a verlo, y noto que tiene un leve sonrojo en sus mejillas.

—¿Qué pasa? —me acerco un poco a él.

—Ten... —me entrega el peluche que ganó —, es... para tí... —agacha la cabeza para ocultar su sonrojo.

—Pero tú lo ganaste.

—Lo sé, pero... —hace una pausa —... lo gané para ti —alza la cabeza.

Se ve demasiado hermoso sonrojado, me dan ganas de abrazarlo, y lo hago.

—¡Muchas gracias! —lo agarro del rostro para depositar un beso en sus labios —. Te amo.

—Yo también, idiota.

◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦

Perdón si tardé mucho en subir el capítulo.

Nos vemos en otro capítulo.

¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora