Capítulo XXXIV

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-TETCHO-

Jouno llegó a la casa llorando y algo asustado, entró desesperadamente y se dirigió hacia mí. Yo no sabía que hacer, sólo lo abrazé y traté de encontrar palabras para consolarlo.

Kenji y Haruko salieron de la casa para no intervenir, querían que me encargara del asunto ya que saben que soy más delicado con Jouno.

—¿Qué pasó? —pregunto, alzando su rostro para verlo, noto que tiene varios golpes en su rostro —. ¿Quien te hizo eso? —tomo su rostro entre mis manos y lo inspecciono.

—Fue... Él... —no tenía que decir nada más para que lo entendiera, supe perfectamente bien de quien hablaba.

—Pero... Es imposible.

—Yo también pensé lo mismo... —hunde su cabeza en mi pecho —. Fue horrible, Tetcho...

Le acaricio la cabeza y deposito un pequeño beso en la misma. Tomo la decisión de seguir hablando en mi cuarto para que se sienta más cómodo así que lo cargo y lo llevo a mi habitación.

—¿Qué haces? —pregunta, mientras se agarra más fuerte de mí.

—Te estoy cargando para que vayamos a mi cuarto a platicar mejor.

—Yo también puedo caminar.

Lo ignoro y continuo con el recorrido hacia mi habitación. Cuando llego cierro la puerta con seguro para evitar interrupciones y dejo a Jouno en la cama.

—¿Qué pasó exactamente? —lo rodeo con el brazo y le doy un beso en la mejilla.

—Salí a dar un paseo y... De alguna forma caminé hacia mi antigua casa, ahí estaba él... Al parecer salió de la cárcel bajo fianza. Me dejó encerrado ahí y me volvió a golpear y... —se detiene un momento, noto como batalla para que sus lágrimas no salgan... Me duele verlo así.

—Está bien... No debes decirme si no quieres... Pero... ¿Qué pasó después? Digo, de alguna manera debiste lograr escapar.

—Pues... Conseguí noquearlo un momento, ni siquiera yo se como. —responde soltando una pequeña risa.

—¡Ese es mi novio! —me abalanzo sobre él, me gusta escuchar que se defendió y le dió algo de su merecido a ese señor.

—No es la gran cosa... —dice, apartándome.

—Si lo es. Espero y se haya muerto, aunque es un poco imposible ya que casi no tienes fuerza y... —recibo un pequeño golpe de su parte.

—Ni que tu fueras tan fuerte. —se cruza de brazos y frunce el ceño.

—Tú y yo sabemos que yo soy quien más fuerza tiene de los dos... —me acerco a su rostro para ponerlo nervioso, me gusta ponerlo así.

—E-estás muy cerca... —pone una de sus manos en mi pecho para alejarme.

—¿Y? —tomo su rostro entre mis manos y lo beso hasta dejarlo acostado en la cama mientras estoy encima de él.

◦•●◉✿ 𝐶𝑂𝑁𝑇𝐼𝑁𝑈𝐴𝑅𝐴́ ✿◉●•◦

Perdón si él capítulo es corto y horrible, en serio lo lamento si llega a ser así.

No tengo nada que decir así que nos vemos en otro capítulo.

¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora