¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]

Capítulo LXIV

-TETCHO-

—¿Me estás sugiriendo... una cita doble?

Kenji asiente, emocionado. Esta mañana se despertó muy animado, diciendo que tenía una sugerencia para mí, la cual era la idea de tener una cita doble con nuestras parejas.

Según él, su novia y él ya habían hablado sobre el tema, y ella había aceptado, sólo si Jouno y yo también lo hacíamos.

Se sabe perfectamente bien que, por mi parte, no hay problema, pero... no sé si Jouno acepte, es por eso que mi tono no suena muy animado.

—Es una buena idea, ¿no crees? —pregunta Kenji, con su típica sonrisa.

—Lo es. Aún así, creo que tendré que hablarlo con Jouno, necesito saber si quiere hacer una sita doble.

—No te preocupes, podemos esperar la respuesta de ambos —menciona —. No los vamos a obligar.

—Les recomiendo apurarse si quieren llegar a la escuela —nos recuerda Haruko, quien nos deja nuestro desayuno en la mesa.

—Ya vamos —respondemos al mismo tiempo mi hermano y yo.

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Llegamos a la escuela, y cada uno se fue a su salón. Cuando entro al mío, busco con la mirada a mi novio, quien se encuentra platicando con Teruko y Tachihara.

Me acerco a él, tratando de no hacer ruido para intentar asustarlo. Mis amigos me miran, yo les hago una seña para que no digan nada, y ellos hacen lo ordenado.

Llego por detrás de él, y lo abrazo de la cintura, mientras le grito un pequeño "¡bu!", que lo hace sobresaltarse.

—¡¿Qué te pasa, idiota?! —me da un golpe en la cabeza.

—Sólo quería asustarte —apoyo mi cabeza en su hombro.

—¿Puedes soltarme? —se cruza de brazos.

—No.

—Creo que mejor los dejamos solos —sugiere Teruko —. Vámonos, Tachi.

—¿A dónde? —interroga mi amigo.

—¡¿Yo qué voy a saber?! Sólo hay que dejarlos solos —lo agarra del brazo para llevárselo a alguna parte.

Nos dejan solos, bueno, ignorando a algunos de nuestros compañeros que ya se encuentran en el salón. Me siento en mi lugar, Jouno aún me sigue regañando por el susto. Revuelvo su cabello para tratar de calmarlo.

—Perdón por el susto. Nunca pensé que te afectaría —le doy un beso en la frente —. Por cierto, tengo una sugerencia para tí.

—¿Ahora qué? —apoya su brazo en la mesa del pupitre para apoyar su cabeza.

—Kenji me sugirió que podemos tener una cita doble, o sea, tú y yo, junto con él y su novia. Sólo que quiero saber si estás de acuerdo, si no es el caso, no pasa nada.

—¿Una cita doble? —se queda pensando un par de segundos —. Acepto.

Me sorprende lo rápido que aceptó la propuesta, hasta siento que no es él.