Capítulo LII

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-JOUNO-

Ya era de mañana. Me encuentro colocando nuevas vendas en mis brazos, aprovechando que Tetcho sigue dormido. Termino y busco alguna ropa que me guste, me termino decidiendo por un suéter y un pantalón casual.

Me siento en el borde de la cama e intento despertar a Tetcho, cosa que es nueva para mí, pues mayormente es él quien me despierta a mí. Noto que despierta y no digo nada más que darle los buenos días.

-¿Cómo dormiste? -pregunta mientras se sienta y me abraza por la cintura.

-Bien.

-¿Seguro? -apoya su cabeza en mi hombro y me da un beso en la mejilla.

-Sí... -me cruzo de brazos.

Siento su mano introduciéndose debajo de mi suéter para empezar a acariciar mi pecho cuidadosamente, siento un escalofrío recorrer mi cuerpo por el tacto.

-Ya hay que bajar a desayunar -informa mientras se levanta de la cama.

-No quiero... -suelto un quejido y me tiro de espaldas en la cama.

-Tienes que empezar a comer, te acaban de detectar anemia, ¿acaso te quieres morir?

-Siendo sincero, sí -recibo un golpe de su parte -. ¡¿Y ahora por qué me pegas?!

-No digas esas cosas -noto en sus latidos una especie de miedo y preocupación -. Yo no quiero que mueras...

-Algún día todos vamos a morir, Tetcho. Así que, puedo adelantar mi proceso de muerte para no tener que esperar miles de años.

-No voy a permitir que te mates tan temprano -siento como se sube encima de mí -. Y más te vale no estar pensando en alguna otra locura.

-Nooo, claro que no.

-Jouno...

-Bien... No me voy a matar, aún.

-¡Jouno! Nunca, ni hoy, ni mañana, ni en un futuro, ¿entendido?

Termino asintiendo, él se baja de mí y camina hacia la puerta para bajar a desayunar mientras yo lo sigo. Bajamos y nos encontramos a Haruko, Kenji y a los padres de Tetcho en la mesa mientras desayunan.

-¡Oh, ya despertaron! Sientense -nos dice la madre de Tetcho.

-Perdón por la tardanza.

-No te debes disculpar, Jouno. Tetcho siempre suele llegar tarde a desayunar, así que no importa.

Me siento y la madre de Tetcho coloca un plato de comida enfrente de mí, no tengo ganas de comer, pero no quiero verme grosero rechazando la comida. Agarro los cubiertos y empiezo a saborear la comida, sabe bastante bien, la verdad.

La familia comienza a platicar, yo prefiero no participar en la conversación ya que no me siento de la familia como para unirme. Trato de ignorar sus voces pero es imposible cuando dicen cosas bastante interesantes.

Después de unos minutos, la madre de Tetcho le pide a sus hijos que vayan a buscar el postre que hizo, el cual es un pastel de fresas. Trato de no parecer emocionado por el postre, las fresas son mis frutas favoritas y me gusta cualquier cosa con ellas.

¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora