Capítulo LXXXII

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-KENJI-

—¿No crees qué estás exagerando sólo un poco?

Mi hermana mayor hablaba con mi hermano, pues él ha estado llamando a Jouno desde que lo dejamos en su casa. Acabamos de llegar de la granja de nuestra familia, es obvio que no va a contestar rápido, tiene que desempacar sus cosas y todo lo demás.

—Pero si lo dejamos hace unos cinco minutos —habló —. Es mucho.

—Tetcho... Creo que Haruko tiene razón —menciono.

—Bueno... Tal vez si estoy exagerando un poco... —reconoce —. Pero tampoco pueden culparme, o sea, es mi novio, y me preocupo por él.

—Eso lo sabemos —dice mi hermana —. Creo que lo mejor sería que se vayan a dormir. Mañana hay escuela.

Nosotros dos accedimos. En realidad, si ya es un poco tarde, y estoy demasiado cansado.

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-TETCHO-

Camino, tranquilamente, por los pasillos de la escuela rumbo a mi salón. No he visto a Jouno desde ayer, bueno, desde la tarde de ayer, porque al principio del día si lo vi.

Hablando de él... Estoy un poco preocupado. He notado que no durmió bien cuando estábamos en la granja de mi familia, además de que casi no comió. Y eso que también cuenta el hecho de que ha estado un poco obsesionado con sus calificaciones, últimamente. Él siente que no le ha estado llendo bien en la escuela, pero es todo lo contrario.

Llego a mi salón y busco a Jouno con la mirada. Lo veo sentado en su lugar. Noto que tiene unas pequeñas ojeras debajo de sus párpados...

Creo que vamos a tener una seria conversación después de clases.

—Hola —lo saludo —. ¿Cómo amaneció el chico más bello del mundo? —me siento a su lado.

—Agh. Que no me digas así... —hunde su cabeza en la mesa del pupitre.

—Sabes que siempre te diré así —le recuerdo —. Al parecer alguien no durmió anoche —menciono al notar su cansancio.

—¿Eh? Este... No sé de qué hablas —se cruza de brazos.

—Sabes perfectamente bien de lo hablo —me acerco un poco más a él —. ¿Por qué no dormiste?

—Eso no es importante.

—Claro que lo es.

—Que no.

—Que sí.

—Ash. Eres bien necio —gira su rostro hacia otro lado.

—Lo soy porque me preocupas, Jou —lo rodeo con el brazo.

Él no dice nada, sólo apoya su cabeza en mi hombro. Se ve muy cansado, y eso no me gusta para nada. Empiezo a darle pequeñas caricias en su cabeza, quiero que duerma aunque sea cinco minutos, pues no queda mucho para empezar las clases.

—Estuve estudiando —responde, con un tono cansado. Parece que sabe que no le creo, pues vuelve a hablar —: Ash, bien. Estuve haciendo algo...

¿Esto... es amor? [Suegiku y Kenjikyou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora