41

1.7K 192 9
                                    

Charlize:

—Charlize...

Es el...

Es Dorian, mi esposo, mi amor...

Esta aqui, frente a mi y esta vivo. El deseo de acercarme es inmenso y no se como sigo de pie, aguantándome el llanto que probablemente me derrumbaría una vez empezado, pero...

Se que no puedo llorar, no ahora.

Me mantengo rígida y trato de no perderme al detallarlo, no puedo mostrar al comodoro que soy fácil de manipular con mis emociones, no puedo verme debil y facil de convencer frente a el, no si deseo sacarnos vivos de aqui, asi que me dirijo hacia el comodoro, sin embargo por más que yo me contengo.

El no puede.

—Charlize.—Esta vez pronuncia mi nombre lleno de furia, las venas se le marcan y los ojos se giran hacia el único que ve responsable.—¡¿Qué carajos, Smith?!

Intenta abalanzarse hacia el y me alarmo cuando el corsario saca su arma apuntando hacia mi marido.

—¡Por favor, ya basta!—Grito, Dorian se detiene y mi mirada vuelve a hallar la suya.

El corazón me palpita mientras me observa con desconcierto, trago saliva y mis manos arrugan la falda que traigo.

—Comodoro Smith, no podemos iniciar una conversación si mi marido se encuentra en este estado.

—Estoy de acuerdo.—Observa a Dorian.—Debería..

—Pido clemencia.—Exijo.—Pido unos minutos con el. Lo hare entrar en razón.

—De ninguna manera.—Se mete el corsario, pero el comodoro lo frena.

—Solo unos minutos.—Me sigo dirigiendo hacia el.—Es lo único que pido. No voy a iniciar si no me da lo que pido.

—¿Es una amenaza, lady Charlize?—Vuelve a meterse el corsario, pero mi mirada sigue en el comodoro.

—No hay amanezca alguna, sino clemencia y un favor. Un favor bajo el nombre de la noble que soy.

El comodoro sonríe y se vuelve hacia Dorian.

—Démosle a la noble sus dos minutos.

Solo dos...


(***)


Nos trasladan a Dorian y a mi a una habitación, las puertas se cierran y la emoción me consume cuando me quedo a solas con mi marido.

—Charlize...—El niega sin creerlo, reparándome con la mirada.—¿Qué demonios hace..

No lo soporto más y no lo dejo terminar, corro hacia el y me recibe con sus brazos, su primera reacción es de sorpresa mientras mis brazos rodean su cintura, pero al sentir mi dolor acompañando de mis lagrimas, el me devuelve el abrazo.

—Maldición, Charlize.

Me estruja con más fuerza.

—¿Cómo se te ocurre?—Pregunto y sus brazos me sueltan, me separo para mirarlo.—¿Qué pensabas al tomar la decisión de abandonarme?

Ni bien suelto las palabras, descubro mi voz rota, sollozo y el me mira con sorpresa, luego sus manos cálidas van a mi rostro y mis manos forman puños sobre su torso.

—Dorian... ¿Cómo pudiste-—Me trabo, sin controlar lo que digo y es solo mi dolor hablando.—Te queria a mi lado, no debiste.

—Hice lo que tenia que hacer, Charlize.

Atada al Error ( #1 Jóvenes casaderas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora