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Dorian:

—Ten...—Le extiendo una fruta a Charlize.

Ella observa la manzana que elegí.

—Debes tener hambre.

—¿Lo tomaste del comedor?

—Soy un pirata, no me darán nada, Charlize y no estoy seguro si te darán algo de comer.—Suspiro.

Si sigue siendo una noble ante los ojos del comodoro, ya no estoy seguro.

—No me iba a arriesgar.

Ella traga saliva y extiende la mano hacia la fruta, la sujeta y le da una mordida.

—Gracias.—Pronuncia.—¿No tienes hambre?—Me pregunta mi mujer.

Niego.

Pero ella duda.

—¿Te han estado alimentando bien?

No contesto y ella vuelve a extenderme la fruta, no la recibo y coloca su mano sobre mi rostro.

—Tienes ojeras... y te ves cansado.—Me da una mirada detenida.—Has bajado de peso.

Pongo mis manos en su muñeca y se lo bajo-

—Yo estoy bien, come.—Le ordeno.

Ella vuelve a dudar.

—No será necesario.—Me giro al escuchar la voz de comodoro y el deja de darme su atención para dedicarla a mi mujer.

Camina hacia nosotros.

—Es una noble y será tratada como tal.—Pronuncia.—Es más, me gustaría ser yo quien le acompañe en su primera cena aqui en mi barco.

Mis manos se cierran en puños, Charlize me observa.

—Claro que su esposo también recibirá una buena comida.—Observa la fruta.—Pero a cambio quiero el placer de su compañia.

Ella traga saliva.—Quiero escuchar la opinión de mi esposo.

Charlize voltea a verme y me giro hacia el comodoro.



Charlize:

La mesa esta servida, al igual que la comida y mis manos sostienen los cubiertos, sin embargo no he probado bocado y  mi atención esta en la puerta cada ciertos minutos.

—¿Algo le incomoda, lady Charlize?—La voz del comodoro me hace girar.—No ha tocado su comida y no dejado de observar la puerta desde que ingreso.

Observo la comida y corto con  el cuchillo, llevando el pedazo de carne a mi boca, la mesa es demasiado elegante  y estamos cenando en su cabina, aunque como el lo noto, preferiría estar en otro lugar.

Me trago el pedazo, sin ninguna expresión alguna.

—¿No es de su agrado? o no...

—La comida esta bien.—Le interrumpo.—Pero quiere ser honesta, preferiría estar con mi marido.

El comodoro suspira y empieza a cortar la carne.

—¿No fue el quien accedió a que cenara conmigo?

Por mi, es todo, pero estoy segura que no se siente cómodo que estemos en habitaciones diferentes.

Y no lo culpo.

Sigo comiendo en silencio.

—Dígame ¿Extraña a su padre?

Dejo de cortar la carne y levanto la vista, mi mirada encuentra la suya y el la baja volviendo a llenarse la boca con comida.

—¿Qué quiere decir?

Trago duro, sintiendo mi presión bajarse.

—Es curiosidad ¿Hace cuanto no lo ve?

Los ojos me arden.

—Veo que mucho.—Sonríe despacio y vuelve a comer de los alimentos de esta cena.




(***)



—¿Te sientes bien?—Dorian me intercepta ni bien salgo de la cabina del capitán, sus manos van a mis hombros y antes de responder escucho los pasos de comodoro, quien no tarda  de salir también.

—Una agradable cena, Lady Charlize .—Se dirige hacia ella.—Mis hombres ya eligieron una habitación para usted, cuando desee descansar la llevaran.

Mira a Dorian y nos da la espalda para luego retirarse.

Dorian me toma del rostro, analizándome.

No puedo mentirle.

—Tiene dudas.—Aseguro tomando sus manos .—No me invito a una cena para hablar sobre el trato, menciono a mi padre, fue una amenaza y..

De inmediato me rodea con los brazos, llenándome con su calor.

El corazón se me acelera y cierro los ojos, sintiendo las lagrimas llenándose, ese hombre me ha hecho flaquear un segundo.

Si toca a papá... ¿Puede hacerlo?

Tiene poder, claro que si.

—No quiero que te apartes de mi.—Me ordena Dorian y mis manos suben por su espalda.

Cierro los ojos y me aferro a mi esposo, mientras observo el horizonte en plena oscuridad.

—No lo hare.—Prometo.

Ya no es solo por Belze, ahora yo también quiero que el comodoro desaparezca.

Atada al Error ( #1 Jóvenes casaderas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora