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Dorian:

Charlize...

—¡¿Por qué te distraes?!

El resueno de las dos espadas chocando me hace retroceder, sujeto con firmeza deteniendo el ataque del corsario mientras escucho a mi hermana gritar mi nombre, parpadeo y mantengo mi postura.

Megan tiene una quemadura en el brazo, pero eso no le impide levantarse, mientras los ojos de corsario nos siguen a ambos.

El barco empieza a quebrarse y no puedo pensar en nada más que en Charlize, quiero llegar hasta ella y ni siquiera puedo visualizar donde está, lo único que veo son tripulantes saltando al agua sin importar la profundidad.

Observo el horizonte, lo poco que puedo ver a través de las llamas.

—Megan.

—Sabes que no me iré sin ti.

—¿Qué piensas hacer, capitán? —Se burla el corsario.

—¡Megan!

Hago retroceder al hombre y me vuelvo hacia mi hermana antes de lanzarme a atacar de nuevo.

—¡Es una orden de tu capitán! ¡¿Me harás repetirlo?!

Siento su mirada en mi espalda y enseguida una amenaza sale de su boca antes de partir, no alcanzo a verla, peor si escucho sus pasos alejarse.

El corsario se viene contra mí, la cuchilla me corta el torso y vuelve a atacarme, empujándome contra el suelo, lo tengo sobre mí y logro apartármelo cuando el palo arriba de nosotros y que sostiene el barco, se parte a la mitad, cayendo los pedazos alrededor.

Lo esquivo y el lugar se llena en llamas, vuelvo a enfrentarme al hombre sintiendo la quemazón en mi piel, la madera sigue cayendo y ahora no solo debo ser precavido con él, aunque al corsario le importa nada cuando su intención es seguir viniendo hacia mí.

Le hago más de un corte y su espada no queda libre de mi sangre, los corte apenas me rozan, pero basta el roce para joderme sumado al calor asfixiante.

Lo apuñalo en el pie y el hombre grita de dolor, lo golpeo con el codo y me responde el golpe, la espada se me cae y la logro sujetar de regreso, esquivo sus ataques y las maderas que cae, la cual una de ellas termina dándole en el hombro, me levanto y aprovecho su grito de dolor para atacar, me vuelve a golpear y lo arrastro hacia la borda.

—Hijo de puta. Maldito falso noble. —Me empuja y le coloco la espada sobre el cuello.

—Noble no. —Pronuncio, se lo que soy y me aferro a eso.

—¡¿Crees que saldrás de esto?!

Mira hacia atrás, las ráfagas de viento me avisan que hemos entrado a la zona, mientras el viento solo hace crecer las llamas en lugar de extinguirla.

—¡Como yo... ¡Vendrán más como yo!

—Ahora mismo solo me interesa acabar con uno.

Las llamas nos asfixian a ambos y cuando otro pedazo de madera cae cerca, pierde el control y hago un solo movimiento que le corta el cuello.

Retrocedo soltándolo y levanto el pie, mientras el hombre se desangra, sonrio y lo empujo por la borda.

Bajo la espada y me aseguro que ha caído antes de ir hacia Charlize.



Charlize:

Hace calor...

Demasiado y siento que la piel me quema, observo el cielo gris, un color que no he visto antes en el cielo y el olor a mi alrededor en mi estado, es insoportable.

Siento que no respiro.

Y me ahogo.

Y ya no es solo la neblina que a esta distancia debería estar dispersa.

Mi vista se encuentra nublada, mis ojos se quieren cerrar y el mismo olor me causa nauseas, sigo sobre el suelo, arrastrando las manos sobre la madera mientras veo como el fuego se expande, crece y devora todo.

Los tripulantes que son del barco, saltan en su desesperación hacia el mar y veo a los "Aliados" saltar con las cuerdas de regreso al barco.

Otra explosión retumba mis oídos.

Dios...

Todo se vuelve borroso.

Dorian, debo...

—¿Eres la razón de que mi barco se hunda?

Reconozco la voz y los pasos cada vez más cerca, y son unas manos las que tengo alrededor del cuello, ahorcándome.

—Sueltam...

—Me equivoque, nunca tuviste nada de noble, el corsario no se equivocó. —Espeta. —No importa si llevas el apellido intachable, ya eres una peste pirata, Charlize Dragomir.

Me comienzo a asfixiar y solo veo el humo alrededor, junto a ese rostro lleno de furia sobre mí.

No moriré así.

No..

Algo lo golpea en la cabeza y me encuentro tosiendo, buscando recuperar la respiración.

—¡Megan!

Ella levanta la vista.

—Debemos cruzar.

Toma las sogas y me ayuda a levantarme.

—Cruzaremos pronto.

—¡Dorian esta..!

—Voy a sujetar la cuerda hacia el otro extremo y... vas a cruzar... Con este movimiento si saltamos ambas no es seguro que no se rompa o te dañe. —Mira mi vientre.

Ella cruzar primero hacia el otro extremo del barco, los chicos la sostienen y atan la distancia cuando ella se los indica, Megan levanta la mirada y observo detrás de mí, el comodoro permanece en el suelo con la cabeza desangrándose y solo veo llamas alrededor.

—¡Charlize!

Dorian aun...

Trago saliva y me sostengo de la cuerda.

Debo confiar en el...

—¡Ahora!

Empiezo a avanzar, sintiendo el fuego y la brisa en mi rostro, el agua agitada debajo de mí, no miro hacia el mar, sigo avanzando hasta que lo escucho.

—¡Capitán!

Pongo la mirada en la borda, golpeado y con heridas, pero está bien.

—No pares.

La vista me arde, pero obedezco a mi marido, sigo avanzando hasta que escucho a la tripulación que me espera.

Y cuando levanto la mirada de regreso encuentro a Dorian siendo atacado por el comodoro, la presión se me baja y antes de poder decir algo, Dorian corta la cuerda.

Me sujeto con fuerza y ambos barcos se separan.

No....

—¡Súbanla! —Ordena en medio de la pelea.

Mi corazón bombea rápido.

¿Cómo...?

¿Cómo va a volver?

Observo el barco, el mar agitado y sé que, si espero un segundo más, el barco se alejara por completo del navío marino y una vez que se "sumerja" en la ruta...

Lo perdere.

Antes de darme cuenta, mis manos se resbalan y caigo.



Nos leemos.

>>Yiemir.

Atada al Error ( #1 Jóvenes casaderas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora