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Charlize:

No aparto la vista de los cañones que nos señalan, la tripulación se mantiene delante de mi, protegiéndome y empiezo a entender las advertencias de mi esposo.

Sin darme cuenta mi mano se ha dirigido por instinto a tomar el arma que cargo en el cinturón debajo de la capa, pero antes de sacarlo, ya la tripulación del Mastín a sacado las suyas, excepto Cole.

Los hombres hacen sonar el seguro de sus armas como reacción.

—Baja tu arma.—Les pide Cole, quien es el único que intenta razonar con ellos.

El pirata niega.

—No llegas a islas ajenas sin invitación o aviso previo.—Responde reacio el hombre.—¿Cuál es tu intención aqui? No creo que el avisar o anunciar su llegada te tomara mucho tiempo. Conoces nuestras reglas y esta isla no es tan blanda como la de tu capitán.

—No hubo tiempo para un aviso.

El hombre le mantiene la mirada.

—No tenemos tiempo.—Cole coloca la mano enfrente.—Baja tus armas y te dire a que hemos venido.

—No eres nadie para exigir en tierras que no te corresponden.—Espeta brusco.—¿Y cómo escuchar si tienen las armas apuntándonos?

—La tripulación solo se defiende porque tus hombres son los que amenazan con dispararnos. —Se defiende Cole.—No hemos venido a iniciar una contienda. 

—Bajen sus armas.

—Bájala tú.—Replica Megan.

El hombre se ríe.

—No hay trato.

—¡Lo haran!—Se adelanta Cole.

—¡Ni muerta!

—¡Megan!—Se vuelve hacia ella y luego me mira a mi, Megan enseguida voltea a verme y arroja el arma contra el suelo, los demás hacen lo mismo, sin embargo yo me quedo con la mía.

Cole regresa su atención a los hombres que estan apuntándonos.

—Lo justo seria que hicieras lo mismo.

—Somos piratas.—Le contesta y suelta un respiro.—Mejor me lo dices ya y yo decido si mis hombres dejan de apuntar sus cabezas. —Pasa la mirada rápida a la tripulación.—¿Dónde esta tu capitán?

Trago saliva y mis puños se cierran.

—También veo menos miembros.—Pronuncia y vuelve a pasar la mirada.—Entonces aun te quejas mis razones para dudar, ni siquiera su contramaestre esta aqui.

—¿Piensas que con esta cantidad de tripulantes venimos ha causar caos a tu isla?

No contesta su pregunta, pero vuelve a preguntar.—¿Dónde esta tu capitán, carpintero?

—La estas viendo.—Contesto.

Todos los ojos voltean a verme, no bajo la cabeza y camino abriéndome paso en medio de la tripulación que me protege, quienes se quedan paralizados mientras yo llego hasta donde estan ambos.

Me paro junto a Cole, en frente de aquel hombre, el mismo que pasa la mirada desde abajo hasta mi rostro y la forma en la que me mira me hace sentir incomoda.

—¿Quién eres?—Sonríe como si hubiera descubierto algo.

—La capitana del Mastín del diablo.—Respondo rapido.—En ausencia de mi marido.

Los ojos se le abren mucho.

—La mujer de Dorian.

Da la orden de que bajen las armas y lo hacen.

Atada al Error ( #1 Jóvenes casaderas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora