Atada al Error ( #1 Jóvenes casaderas)

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Charlize:

—¡Dorian!—Lo llamo mientras termino de colocarme la bata, el se detiene en el pasillo y Cole también.

Lo he alcanzado a tiempo, pero esta furioso.

—¡¿Qué estas haciendo?!—Me alza la voz haciendo a un lado a Cole. 

—Capitan...—Lo llama el, pero Dorian solo tiene ojos para mi.

—Te di una orden, Charlize.

—Pero no una explicación, yo creo que merezco saber que esta ocurriendo no solo por estar en "Peligro".—Es la impresión que me dio.—Y porque soy tu mujer.

—No hagas perder mi tiempo.

—Entonces responde rapido.

Me desafía con la mirada y no bajo la mía.

Trago saliva al no tener respuesta.—Si piensas que estoy en peligro ¿Por qué apartarme de tu lado? 

Dorian permanece callado.

—Tal vez sea lo mejor...—Cole dice detrás de el.

El capitán tensa la mandíbula.

—Deje que suba, capitán.

—Guarda silencio.—Muestra su tono molesto.

—Capitán—Lo vuelve a llamar y se acerca por detrás, hasta quedarse al lado de el.—Si revisan el barco y la encuentran será peor.

El cierra los ojos.

—Capitán.

—Silencio, quiero pensar.

—No tenemos tiempo para eso.—Contesta Cole.—Debemos evitar problemas con ellos ¿No? Usted lo dijo, si saben que la oculta.

Dorian abre los ojos y me mira.

—No quiero que te vean aqui.

—No se que ocurre, pero...—Trago saliva.—No estaré más segura que al lado de mi esposo.

Su cuerpo se relaja y mirándome, niega dándose por vencido.

—Quédate a mi lado.—Me pide.

Asiento.—Siempre.

(***)

—Es generoso que nos honres con tu presencia, capitán.—Escucho la voz de un hombre al que no logro identificar.

Cole me extiende la mano tras ser la última en subir a la cubierta y mientras me sostengo de la escalera con una mano, con la otra subo encontrando la larga fila que han formado los miembros de la tripulación sobre la cubierta, incluido el timonel que nunca deja su puesto, también la bandera con la marca pirata ya no flamea en el cielo, en su lugar ha sido recogida.

Me abro paso acercándome  para llegar al lado de mi esposo  y entonces lo veo, o mejor dicho veo al hombre de uniforme y siete caballeros detrás de el con armas en las manos, quienes han invadido nuestro barco.

Mi mirada sigue de los uniformados al barco al lado del nuestro, a la bandera y la insignia.

Marines...

Regreso mi mirada a Dorian y me percato que ahora soy la atención de quien debe ser el líder del navío. —No anunciaste que el Mastín del diablo tenia invitados.