Aemond como era lo usual se mantuvo alejado cuando el resto de la familia había llegado a la Fortaleza Roja, simplemente no podía permanecer en la misma habitación que ellos a menos que fuera obligatorio, ver los rostros de quienes consideraba sus enemigos lo enfermaba así que se mantuvo mayormente encerrado en sus aposentos estudiando, volaba en Vhagar y a regañadientes atendía los consejos y advertencias de parte de su abuelo junto a su madre.
Escuchando una y otra vez lo que debía tener en cuenta para cuando fuera la gran cena donde se anunciaría la boda, el cómo debía comportarse, que tanto debía sonreír, la importancia de cuidar su mal genio, no retirarse temprano de la ceremonia y lo peor... bailar, Aemond detestaba bailar. Pese a que no lo hacía mal no era de su preferencia y en cambio Daemma era muy buena en aquel arte.
De todas formas, con Daemma las cosas eran iguales, estaba agobiada de escuchar a la reina Alicent repetirle mil veces lo mismo, la silla que debía usar, el momento donde ocurriría el anuncio, la importancia de vestir adecuadamente para la situación, escucho varias veces que debía lucir muy arreglada y sentarse junto a Aemond, al lado derecho del mismo rey.
No podía creer que ese día había llegado y si de por si sentía todos esos nervios no quería ponerse a pensar como estaría el día de la boda, el día de la noche de bodas.
Un grito ahogado salió de la garganta de Daemma de solo pensarlo y Sarai del susto dio un salto que le provoco lanzar la taza que tenía en la bandeja junto a un grito propio, la taza que contenía los restos de un té de hiervas se hiso trizas en el suelo con un ruido que hiso eco en la habitación, Daemma de inmediato miro a su joven dama y ella le murmuro con preocupación.
—¿Por qué grito así, mi Lady? Me asusto mucho.
—Lo siento... estaba pensando en estupideces —murmuro Daemma intentando volver a la calma, Sarai noto que las mejillas de su ama estaban ligeramente ruborizadas y se acercó para tocarlas con la yema de su dedo índice, en ese momento Daemma se alzó hacia atrás con una risa ahogada mientras de inmediato hablo.
—Es el té... el té me dio calor, por eso mi cara esta roja, no pienses nada.
—Yo no estaba pensando nada en particular, mi Lady —respondió suavemente la chica antes de arrodillarse para recoger los restos de la tasa, aunque una pequeña risilla se posó en sus labios.
Daemma fue hacia el lavatorio que estaba sobre su tocador de madera oscura para mojar su rostro con vergüenza de lo que estaba pensando, un ligero malestar se posó en ella antes de maldecir dentro de su mente, una vez estaba preparada se apresuró para entrar al gran salón donde casi todos estaban presentes, era una muchedumbre por donde sea que mirara, los nobles, su propia familia, todos estaban presentes.
Cocineros, criados, sin duda era un revuelo cuando tantas personas asistían al castillo, sus ojos se posaron en los reyes, en sus queridos padres, en Otto Hightower estaba hablando con el representante de su casa, el hijo mayor y heredero de lord Hobert, Ormund Hightower quien al parecer estaba con su esposa, de inmediato recordó que Meria le había comentado que se encontró con su primo Daeron en Antigua y ya había advertido que no podría asistir a la cena junto con Lord Hobert. De todas formas, no le interesaba.
Mientras caminaba pudo ver a Forrest que se encontraba llevando bandejas con alimentos para la recepción, sus ojos fueron hacia su ama y se dieron una sonrisa silenciosa mientras él regresaba a la cocina con pasos rápidos.
Durante el día Daemma no hiso más que sonreír, saludar muchas personas y mostrar cortesía al hablar con ellos, pudo notar a Aemond a la distancia quien también charlaba con algunos cortesanos y tras un momento Daemma sintió la mano de su hermana menor que la arrastro fuera del salón, Aemond lo noto y endureció su semblante.
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𝐒𝐨𝐥 𝐲 𝐅𝐮𝐞𝐠𝐨 | 𝓐𝓮𝓶𝓸𝓷𝓭 𝓣𝓪𝓻𝓰𝓪𝓻𝔂𝓮𝓷
FanfictionDaemma Targaryen es la segunda hija del príncipe Aegon, hermano menor del Rey Viserys I y del príncipe Daemon; junto a la princesa Kassaia Martell de Dorne. Su vida tranquila se verá afectada cuando sea comprometida estratégicamente con su primo, el...