La noticia de los eventos ocurridos en AltoJardín llegó a cada rincón del Reino. Todos ya tenían conocimiento del derramamiento de sangre que había manchado a una de las Casas históricamente reconocidas por su equilibrio y antecedentes pacíficos y sensatos.
El caos reinaba y el nombre de Meria Targaryen resonaba en boca y oído de todos. Desde los Grandes Señores hasta los humildes campesinos, todos se enteraban de la sobrina del Rey y de como había decapitado a Ser Noran Tyrell con su propia espada y quemado con el fuego de su dragón a aquellos traidores que lo seguían.
Los más creativos no tardaron en ponerle nuevos apodos y tergiversar la historia a su conveniencia. "La Verdugo del Rey" decían algunos, mientras otros se dirigian a ella como una justiciera, una asesina... una amenaza a tener en cuenta.
Lo que era seguro es que el rey Viserys al enterarse de lo acontecido, ofreció todo su apoyo a su sobrina. Para él, Meria solo había cumplido con su deber frente a aquellos hombres que se habían atrevido a despreciar su veredicto real. No conformes con su insubordinación, habían intentado masacrar a personas inocentes de su propio asentamiento, su propia sangre.
De alguna manera, el rey recordó a su hermano Daemon; sin duda él habría actuado de la misma manera que su sobrina. Sonrió imperceptiblemente al pensar que los genes de la familia nunca se perdían. Ordenó escribir una carta de agradecimiento a Meria por haber salvado a Lady Dannya y con esto, el caso quedó cerrado.
Salvo para algunos.
Lord Otto Hightower, aprovechando que disponía de unos minutos libres tras el desayuno, convocó a su familia en el salón de la mesa redonda. Este era el lugar donde el rey Viserys había dado la noticia del matrimonio de Aemond con Daemma, una de las salas habituales para discutir asuntos importantes. Otto ocupaba el lugar del rey y solo estaba acompañado por su hija y su nieto Aemond, quien se sentaba relajadamente en un asiento alejado, sabiendo lo que su abuelo diría.
Su frustración era evidente.
—No necesito explicarles por qué están aquí... eso ya lo saben —dijo, barriendo sus ojos fríos hacia su hija, que le devolvía la mirada con las comisuras hacia abajo y luego hacia Aemond, quien miraba la superficie de la mesa—. Se supone que siempre hemos considerado a la princesa Kassaia Martell y su hija Daemma como aliadas de nuestra causa, pero su comportamiento nos ha demostrado que podrían apuñalarnos por la espalda.
—Padre... —inició Alicent suavemente, pero Otto volvió a hablar, esta vez con una exaltación apenas contenida.
—Ya había notado que podían ser peligrosas, pero no volveré a subestimarlas.
—En mi opinión, nos han hecho un favor —murmuró Aemond desde su puesto y Otto puso los ojos en blanco, incapaz de creerlo.
—¿Un favor? Lo único que veo es que has sido incapaz de cumplir con tu misión.
—He hecho lo que me has pedido —siseó el joven y Otto golpeó la superficie de la mesa, provocando un fuerte ruido que casi hace sobresaltar a la reina.
—¡Te casaste! ¡La has embarazado! Pero has fallado en lo más importante... el control —las palabras de Otto eran más afiladas que el acero valyrio—. No puedes mantener a tu esposa en cintura; es ella quien te doma y tú, como un tonto enamorado, eres incapaz de verlo. Has resultado ser un débil.
—Estoy perfectamente lucido como para ver que esta vez eres tú quien cometió el error, abuelo —Aemond miraba a la Mano con desprecio por primera vez—. Te aliaste con un idiota sin cerebro que mostró su verdadera naturaleza. Has hecho una pésima negociación.
—¿Qué sabes tú de negociaciones y alianzas? Tú, que solo estudias, lees, pero no tienes ninguna experiencia —Otto arrastró las palabras y Alicent lo miró con severidad.
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𝐒𝐨𝐥 𝐲 𝐅𝐮𝐞𝐠𝐨 | 𝓐𝓮𝓶𝓸𝓷𝓭 𝓣𝓪𝓻𝓰𝓪𝓻𝔂𝓮𝓷
FanfictionDaemma Targaryen es la segunda hija del príncipe Aegon, hermano menor del Rey Viserys I y del príncipe Daemon; junto a la princesa Kassaia Martell de Dorne. Su vida tranquila se verá afectada cuando sea comprometida estratégicamente con su primo, el...