A sus pies
― Te sugiero que te alejes, mi autocontrol no funciona a la perfección ―la voz tranquila y llena de advertencia de Jared me hace tomar una rápida respiración.
Él conserva la serenidad, aunque el enojo sea evidente en su cara sé que se está conteniendo, y no sé cómo lo hace. Es decir, Haziel lo puede destripar y Jared solo está como si nada. Conteniéndose.
― Basta, Haziel ―sorprendentemente me salen las palabras y aunque mis mejillas estén ardiendo tengo el valor de dar algunos pasos hacia ellos hasta que Arien me detiene―. Haziel, por favor, no hay necesidad de nada de esto, estás haciendo un...
― Aléjate, Nia. ―me pide el pelinegro y aprieto los dientes. Nia a secas.
― Basta, tenemos que terminar la reunión ―intento sonar tranquila, pero a leguas se nota mi nerviosismo y el ambiente tenso no ayuda en nada.
― La reunión ha terminado, llévensela. ―Jared puede ser un completo idiota a veces.
― Disculpen este percance sin sentido ―farfullo y carraspeo al observar mi piel erizada. Esto es vergonzoso.
― ¿No te lo advertí? ―pregunta Haziel y exhalo ruidosamente―. Niamh no...
― ¿Crees que puedes advertirme algo? ―Jared lo mira fijamente y creo que todo se fue a la mierda―. ¿Crees que tengo que obedecerte en algo? Lo que yo haga o deje de hacer no es tu problema; lo que haga Nia o deje de hacer no es tu problema. ―Jared se atreve a sonreír con malicia―. Lo que hagamos o dejemos de hacer no es tu problema.
― No.
El zumbido de poder sigue en el aire, parece chispear, crecer, y eso no está nada bien.
― ¡Deténganlo! ―chilla alguien, probablemente Bered o Arthur, pero una fuerza sobrenatural me lanza hacia atrás haciéndome cerrar los ojos al cubrirme la cara con mis brazos.
Poder puro y letal. Jared ha perdido el control, al parecer. O ambos. Haziel y Jared.
Antes que pueda entender lo que está pasando soy transportada velozmente durante dos segundos hasta que nuevamente estoy dando vueltas por el suelo.
Un suelo lleno de piedras.
― ¡Dios! ―exclamo con exasperación y noto que Arien está jadeando a un lado―. ¿Hasta cuándo voy a estar rodando...?
― Oh, mierda, oh mierda... ―se queja y me acomodo los cabellos para ponerme de pie y acercarme a él.
― Eso me dolió ―rezongo mirando hacia la casa de Lila, no está a más de cien metros.
Puedo ver los caídos flotando en el aire en puntos específicos, se ve raro, espeluznante y aterrador, pero a la vez es una escena digna de una película de fantasía. Lo que está mal de la escena es el desastre a velocidades que el ojo humano no puede captar. Corrientes de aire, polvo, mucho polvo se empieza a elevar por los aires.
Están peleando limpiamente, sin espadas, por lo que puedo ver.
― Jared perdió la cabeza, es normal, y es culpa de Haziel... ―se pone de pie sacudiéndose los pantalones con molestia―, pero tengo órdenes de que nunca presencies tal descontrol.
― Esto es terrible ―mascullo mirando hacia la casa.
― Todos ellos pueden pararlo, lo están haciendo justo ahora, pero Haziel no colabora y Jared menos.
― Maldición.
― Y entiende que has jurado con Haziel rechazándolo a Jared. Así que el odio de ambos es descomunal justo ahora. Gracias, Nia.
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Sangre de arcángel
Fantasy[EN EDICIÓN] "La mente humana, nefil y angelical no tendrán ni la más remota idea de los acontecimientos que están por venir. ¿Puede existir algo tan fuerte como la mezcla de sangre entre las criaturas más poderosas que han sido creadas alguna vez...