Capítulo 3

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El insistente sonido que provenía de mi teléfono me despertó al día siguiente, el nombre de maya decoraba mi pantalla ante su llamada por lo cual conteste

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El insistente sonido que provenía de mi teléfono me despertó al día siguiente, el nombre de maya decoraba mi pantalla ante su llamada por lo cual conteste.

—buenos días bella durmiente —escuche desde la otra línea que pronunciaba con diversión —llamaba para avisarte que las clases se cancelaron hoy—.

eso hizo que despertara totalmente.

—¿en serio? No he entrado al Chad grupal desde hace días así que estoy algo perdida—confesé mientras me levantaba.

—lo suponía, por lo cual te llame para informarte ,además ivory me dice que te arregles porque pasaría por ti para ir con su novio—finalizo, en ese momento recordé la charla de ayer por lo cual me tense al saber lo que se vendría.

—entiendo— dije con desgano mientras buscaba la ropa que usaría.

—sabes que si no quieres pues decirlo—.

—lo haré, puedo hacerlo— dije tratando de convencerme y darme confianza.

—Está bien, luego nos vemos besos—se despidió y la llamada se colgó.

Cuando terminé de prepararme me senté en la sala quería comunicarme con zion pero este ignoraba mis llamadas y mensajes lo cual solo me preocupaba más ,mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la bocina de un auto lo que me notificaba que Ivory había llegado.

Por lo cual me levanté con prisa y me dirigí hacia el exterior donde una despampanante ivory me esperaba, se bajó los lentes negros de corazón que llevaba para mirarme.

—sube perdedora iremos a superar tu miedo—  dijo con una sonrisa que me contagio.

Subí y emprendimos el viaje hasta la casa del tal Alexandre, charlabamos por el camino ya que su casa quedaba en un lugar apartado del pueblo rodeado de bosque un escenario perfecto para que este termine siendo un asesino o algo así, moví mi cabeza de lado al lado tratando de borrar mis pensamientos intrusivos. 

Cuando por fin llegamos una hora después me encontré frente a una casa, imponente y majestuosa, se alzaba en medio de un exuberante jardín. una mezcla entre lo clásico y lo moderno, exhibía líneas limpias y elegantes que se entrelazaban con la naturaleza circundante. Las enredaderas trepaban por las paredes de piedra, formando un manto verde que abrazaba cada rincón del edificio.

Era una casa bastante bonita que me traía un deja vu al observarla bien como si ya hubiera estado ahí antes.

—bienvenidas a mi humilde morada–dijo un Alexandre que esperaba afuera de su casa este irradiaba una energía vibrante y jovial mientras caminaba con confianza hacia nosotras, Vestía con ropa cómoda pero elegante llevaba unos vaqueros ajustados que realzaba su esbelta figura combinados con una camiseta de algodón suave y una chaqueta desenfadada.

El Encanto PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora