El fuerte sonido proveniente de mi teléfono me despertó de mi ensoñación, haciendo que me sobresaltara en mi cama. Miré a mi alrededor, un poco desorientada al principio, hasta que recordé dónde estaba.
Era muy temprano por lo que chequeé mi teléfono recordando que hoy era el cumpleaños de Alaric por lo que debía levantarme para hacer su pastel de cumpleaños.
Después de lavarme la cara y vestirme, bajé a la cocina para comenzar a preparar el pastel, encendí la luz de la cocina y revisé la receta del pastel que había elegido cuidadosamente.
Mientras reunía los ingredientes necesarios, mi mente divagaba sobre mi pasado, todo lo que había vivido en el orfanato y el daño físico como emocional que había tenido que soportar.
Algo que aún estaba vivido en mi memoria fue todas las veces que alguien venía para sacarme mucha sangre, lo que terminó generando el miedo a las agujas.
Decidí alejar esos recuerdos para concentrarme en la tarea que tenía, comencé a medir y mezclar los ingredientes, dejando que el aroma reconfortante de la masa de pastel llenará la cocina. Mientras batía la mezcla, un sonido me hizo mirar hacia la entrada de la cocina, donde Alexandre se encontraba parado, observando.
—¿Qué haces despierta tan temprano? —preguntó mientras bostezaba.
—un pastel, para el cumpleaños de Alaric —respondí, moviendo la mezcla con cuidado.
—Eso es muy dulce de tu parte—comentó
—en tu cumpleaños también haré uno para ti.
—Suena bien— observe como se sentaba en la isla de la cocina para recostarse sobre esta.
Después de verter la masa en el molde y colocarlo en el horno, me enfoqué en preparar el betún mientras disfrutaba del aroma dulce que llenaba la cocina. Alexandre se recostó en la isla de la cocina, observándome trabajar.
Después de preparar el betún, lo dejé reposar mientras el pastel terminaba de hornearse. Decidí lavar todo lo que había ensuciado, al levantarme las mangas de mi sudadera una cicatriz se dejó ver, Alexandre notó la cicatriz en mi brazo y su mirada se clavó en ella por un momento.
—¿Qué te pasó ahí? — pregunto.
—sucedió hace mucho... aún estaba en el orfanato, desobedecí una orden a lo cual la encargada se molestó mucho, tomó una navaja y...el resto es historia— Alexandre asintió con seriedad, pareciendo comprender la gravedad de la situación.
—¿Qué clase de persona ataca a un niño?—expresó con molestia.
—la mujer que me cuido, ella era muy extraña parecía que tenía una obsesión conmigo—conteste.
—Lo siento mucho, Debe haber sido muy difícil para ti —dijo.
Antes de poder contestar, mamá entró a la cocina mirándonos con sorpresa.
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El Encanto Perdido
WerewolfEn el seno de la prestigiosa familia de hechiceros Valencia, Nació un par de mellizos los cuales en sus venas fluía la antigua magia ancestral. Sin embargo, la felicidad efímera de los Valencia se ve truncada cuando una bruja malvada, envidiosa de s...