Capítulo 14

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Después de finalizar mis clases me dirigí al estacionamiento donde un pelirrojo me esperaba, este estaba revisando algo en su teléfono cuando me acerqué

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Después de finalizar mis clases me dirigí al estacionamiento donde un pelirrojo me esperaba, este estaba revisando algo en su teléfono cuando me acerqué. Levantó la vista y me dedicó una sonrisa amistosa.

—parece que hoy nos recogerá lysander— dijo kaiser mientras agitaba su teléfono, asentí ante esto ya que la escuela estaba demasiado lejos y no podíamos ir caminando tendrían que hacer de choferes alguno de nuestros hermanos.

—¡Hey! Charlotte—voltea ante el llamado encontrándome con Killian el cual venía hacia nosotros.   

—Hola, Killian—respondí con una sonrisa, saludándolo una vez que llegó a mi lado.

—¿Cómo fue tu día? —preguntó, mirándome con interés.

—Fue... interesante, por decirlo de alguna manera.

—Por lo que he escuchado tu día fue bastante movido— dijo con burla.

—Veo que están por irse ¿puedo llevarlos si lo desean? —continua

—No te preocupes perro nosotros ya nos vamos—hablo káiser con molestia, noté como el auto de lysander se acercaba hasta estacionarse cerca de nosotros, decidí ignorar la pequeña pelea.

—Kaiser tan encantador como siempre— contestó Killian con sarcasmo.

Lysander nos esperaba en el auto, y Kaiser me jaloneo hacia él. Me despedí de Killian con un gesto de mano, y él respondió de la misma manera antes de que nos alejáramos de él.

Una vez dentro del auto, Lysander arrancó y nos dirigimos hacia casa. El viaje fue tranquilo, y pude relajarme un poco después de un día tan agitado

—¿Cómo les fue? —preguntó Lysander, con una sonrisa amable en el espejo retrovisor.

—Aburrido—dijo kaiser.

—Terrible—conteste.

Después de un momento de silencio incómodo, nos miramos y reímos.

—Bueno, parece que ambos tuvieron días interesantes —comentó Lysander, sonriendo—¿Quieren hablar al respecto o prefieren dejarlo para después?—

—Creo que prefiero dejarlo para después —respondió Kaiser, mirándome de reojo.

—Sí, yo también —asentí, agradecida por la oferta, pero no quería hablar de mis problemas en ese momento.

Al llegar a casa, nos bajamos del auto y nos dirigimos hacia la puerta principal. Kaiser y yo intercambiamos miradas y Lysander nos miró con curiosidad, pero decidió no comentar al respecto.

Una vez dentro, nos dirigimos al salón principal, donde Papá y mamá estaban sentados conversando. Al vernos entrar, nos saludaron con una sonrisa.

—¿Cómo les fue en la escuela hoy? —preguntó mamá, levantándose para acercarnos a nosotros.

El Encanto PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora