Capítulo 10

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Me desperté gracias al sonido de varias voces discutiendo en un susurro apresurado que parecía llenar la habitación con una energía nerviosa y cargada de emoción

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Me desperté gracias al sonido de varias voces discutiendo en un susurro apresurado que parecía llenar la habitación con una energía nerviosa y cargada de emoción. Parpadeé lentamente, tratando de orientarme en la oscuridad mientras me levantaba con cuidado, sintiendo la suave presión de las sábanas contra mi piel.

—Fabuloso, la mataste— escuché una voz femenina susurrar, luchaba por abrir los ojos completamente. La habitación estaba apenas iluminada por la luz débil de una lámpara en la mesita de noche, pero pude distinguir la silueta de Maya cerca de la cama, observándome con atención.

—¿Qué sucedió?—pregunté, mi voz sonando ronca y desorientada mientras intentaba sacudirme la confusión del sueño.

—Te desmayaste de la impresión de ver a Alaric— respondió Maya en un tono preocupado, su mirada fija en mí con una mezcla de curiosidad y compasión.

Parpadeó varias veces, tratando de procesar la información mientras mi mente se despejaba lentamente. Recordé el momento en que Alaric se transformó frente a mis ojos, su figura humana desvaneciéndose para dar paso a la majestuosa forma de un lobo plateado.

—lo siento por eso— dije mientras me levantaba de donde me encontraba.

—no hay problema, deberías dormir de una vez ya es bastante tarde y nosotros ya debemos irnos—dijo mientras caminaba hacia afuera de mi habitación.

—despídeme de los demás —dije en voz alta.

—no te preocupes ya escucharon la mayoría de ellos—dijo con humor mientras se alejaba, olvidaba el detalle que tenían una audición más desarrollada que la mía.

Escuché la puerta cerrarse tiempo después por lo que supuse que todos ya se habían ido así que me dirigía al baño con mi ropa para dormir, cuando terminé me senté unos minutos en mi cama.

Después de tomar las pastillas para dormir, me hundí en la cama y cerré los ojos, dejando que el agotamiento y las emociones del día me envolvieron lentamente. A pesar de la tensión que aún se aferraba a mi mente, las pastillas pronto comenzaron a surtir efecto, y me sumergí en un sueño profundo y reparador.


 A pesar de la tensión que aún se aferraba a mi mente, las pastillas pronto comenzaron a surtir efecto, y me sumergí en un sueño profundo y reparador

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El Encanto PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora