Capítulo 24

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Killian y el lobito se miran por segundos antes de que este corra hasta el pastel de chocolate que está en el medio de nosotros manchándonos en el proceso.

—¡Vamos, Arzhel, déjalo! —gritaba Killian entre risas mientras intentaba alcanzar al lobito.

Finalmente, Killian logró atraparlo justo antes de que llegara a las galletas. Ambos lucharon un poco en una escena casi cómica, lo llevó a un lado, riendo.

—¿Cómo llegaste hasta aquí niño? .

El lobo de pronto cambio a un humano dejando ver a un niño, que parecía tener unos trece o catorce años, tenía el cabello castaño oscuros ondulado, sus ojos eran negros y tenía varios lunares esparcidos por el rostro.

—¿Quién es él? —pregunte mientras le daba una galleta al niño el cual solo sonrió con suficiencia hacia killian.

—Es mi hermano menor arzhel, el cual no debería estar paseando por el bosque en este momento—su mirada estaba puesta en Arzhel el cual solo extendió su mano para que le diera otra galleta, la cual le di.

Arzhel devoró la galleta con rapidez, con una expresión de completa satisfacción en su rostro. Killian frunció el ceño, evidentemente molesto, nuevamente la mano de Arzhel me pidió otra galleta al dársela killian se la arrebató para comérsela él.

—¿Cuánto tiempo llevas viéndonos? —pregunta Killian mientras alejaba las galletas de mi alcance.

"!hey¡" protestó ante esto.

"por favor no le des más chocolate o no dormiré por una semana".

—desde que casi matas a tu novia, además ya le comenté tu intento de asesinato a mamá por el link— dijo con simpleza a lo cual solté una pequeña risa al notar la cara roja de killian, con cuidado arzhel se acercó hasta mi lugar examinándome.

—eres realmente bonita ¿Por qué sales con mi hermano? —La pregunta de Arzhel me tomó por sorpresa, y no pude evitar reír ante su sinceridad y espontaneidad.

—Bueno, supongo que hay algo en el que me atrajo desde el principio —respondí, con una sonrisa, mientras Killian se ruborizaba aún más a mi lado.

—¿Por qué mejor no sales conmigo, soy más guapo que él? — no pude evitar reír ante su audacia. Killian, por otro lado, miró a su hermano con una mezcla de diversión y fingida molestia.

—Buen intento, Arzhel —respondió Killian, riendo—Pero creo que Charlotte está bastante contenta conmigo.

Arzhel encogió los hombros, su sonrisa traviesa sin desvanecerse.

—No se pierde nada intentando. Pero oye, si alguna vez cambias de opinión, sabes dónde encontrarme—.

—¿Por lo menos mamá y papá saben dónde estás? .

El Encanto PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora