Caminamos por los pasillos, leyendo nuestros horarios y tratando de ubicarnos en el laberinto de la escuela.
—Mi clase está por allá, así que te llevaré a la tuya—dijo mientras nos dirigimos por otro pasillo.
Seguí a Kaiser por el pasillo, admirando la arquitectura y observando a las personas que nos miraban con atención. Finalmente llegamos a mi aula y Kaiser se detuvo frente a la puerta, mirándome con una sonrisa.
—Bueno, aquí es donde nos separamos. Buena suerte en tu primera clase..., casi olvido decirte que no solo los hechiceros estudian aquí por si acaso te encuentras un lobo por ahí —dijo, dándome un golpecito en el hombro antes de darse la vuelta para irse.
—Gracias, Kaiser. Nos vemos después, lo tendré en cuenta —respondí, devolviéndole la sonrisa mientras tocaba la puerta del aula donde después de unos segundos un profesor abrió.
—Tú debes ser la nueva estudiante, pasa a presentarte—Entré en el aula y me encontré con la mirada expectante del profesor y la curiosidad de mis nuevos compañeros de clase. Tragué saliva nerviosamente antes de avanzar hacia el frente del aula.
—Hola a todos, mi nombre es Charlotte Valencia —me presenté con una sonrisa, tratando de ocultar mis nervios, aún era extraño el tener un nuevo apellido por lo cual me sentía un poco extraña de pronunciarlo.
las exclamaciones se escucharon por toda el aula a lo cual el profesor callo mientras me indicaba que me sentara en el asiento vacío que se encontraba.
Me senté y el profesor continuó con la clase, después de unos minutos de explicaciones nos dio una maceta la cual tenía un árbol pequeño marchito.
—Bueno... su primer trabajo del curso será devolver a la vida el árbol que tienen en su pupitre, pueden usar el tiempo que les sobra de esta clase para progresar, tendrán una semana para entregarme un árbol en perfectas condiciones — finalizó el profesor mientras se sentaba en su escritorio.
Miré el pequeño árbol marchito frente a mí. Observé a mi alrededor y vi a mis compañeros de clase concentrados en sus propias plantas
Que podría salir mal .
Pensé mientras me concentraba y hacia lo que mamá me había explicado sobre la magia de tierra, al tocar el pequeño árbol este empezó a volver a la vida, pero crecía muy rápido haciendo que la maceta se rompa con facilidad ante esto me levanté para alejarme de lo que estaba pasando observando como el árbol empezaba a crecer más y más.
El árbol crecía a una velocidad alarmante, rompiendo la maceta y extendiéndose por el aula. Mis compañeros de clase gritaban y se apartaban mientras el árbol seguía creciendo sin control. Me sentí abrumada por la situación.
El profesor actuó con rapidez, utilizando su propia magia para controlar el árbol desbocado. Con un gesto de su mano, el árbol comenzó a encogerse lentamente hasta que volvió a su tamaño original, dejando a todos respirar aliviados.
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El Encanto Perdido
WerewolfEn el seno de la prestigiosa familia de hechiceros Valencia, Nació un par de mellizos los cuales en sus venas fluía la antigua magia ancestral. Sin embargo, la felicidad efímera de los Valencia se ve truncada cuando una bruja malvada, envidiosa de s...