Capítulo 19

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Repentinamente un fuerte dolor en mi cuerpo me hizo levantarme  ,el dolor punzante atravesaba mi cuerpo, causándome una incomodidad que me hacía retorcerme en la cama

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Repentinamente un fuerte dolor en mi cuerpo me hizo levantarme ,el dolor punzante atravesaba mi cuerpo, causándome una incomodidad que me hacía retorcerme en la cama. Traté de controlar la respiración, pero cada vez se volvía más difícil concentrarme.

De pronto este se detuvo, noté que me sentía extrañamente más grande observe mis manos dándome cuenta que había vuelto a la normalidad.

Un sentimiento de alivio y alegría me invadió al darme cuenta de que había vuelto a mi forma normal. Observé mis manos, ahora de nuevo en su tamaño habitual, con asombro. El dolor punzante había desaparecido por completo, dejando solo un ligero malestar residual.

Con cuidado, me levanté de la cama y me miré en el espejo. Mi reflejo mostraba a la yo de siempre, sin rastro de la niña en la que había estado convertida momentos antes. Una sonrisa se formó en mi rostro, agradecida por haber recuperado mi forma original.

Busqué ropa de mi talla y cuando por fin estuve lista volví a recostarme para continuar con mi descanso.

Los días siguientes pasaron sin más incidentes ,hasta que llegó el día de mi cumpleaños y el de kaiser, aún era extraño el saber que mi cumpleaños era otra fecha de la que creí

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Los días siguientes pasaron sin más incidentes ,hasta que llegó el día de mi cumpleaños y el de kaiser, aún era extraño el saber que mi cumpleaños era otra fecha de la que creí. Si me hubieran preguntado hace años que esto pasaría me hubiera reído de lo tonto que sonaría, pero heme aquí.

Me encontraba sentada en mi cama, perdida en mis pensamientos, cuando escuché un suave golpe en la puerta. Antes de que pudiera responder, la puerta se abrió lentamente, revelando a Kaiser de pie en el umbral.

Se acercó hasta donde me encontraba sentándose a mi lado.

—Feliz cumpleaños lottie— dijo Kaiser con una sonrisa cálida.

—Igualmente, Feliz cumpleaños —respondí, devolviéndole la sonrisa.

Kaiser me entregó un pequeño paquete envuelto en papel brillante. Lo abrí con cuidado y encontré dentro una hermosa pulsera con un diseño de hojas y piedras brillantes.

—¡Es hermoso, gracias! —exclamé, mirando la pulsera.

—cuando la vi pensé que te gustaría—.

El Encanto PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora