Mire expectante a mi sobrino el cual me miraba con sus grandes ojos azules, en sus brazos sostenía un gran conejo de peluche que lysander le había regalado en su tercer cumpleaños.
—Tío Kaiser, papá ya no quiere que salgamos a pasear —dijo, con un tono triste que era inusual en él. —Dice que eres una mala influencia.
—Mala influencia mis calcetines —dije mientras lo tomaba para cargarlo y llevarlo de paseo—¿Cuántas veces te he dicho que no le hagas caso a tu padre?
Como si Killian fuera a detenerme.
—¿A dónde llevas a kian, kaiser? —preguntó Alexandre mientras pasábamos a su lado.
—A pasear.
—¿Tienes permiso para llevártelo? —pregunto levantando una ceja con escepticismo. Ante esto empecé a caminar más rápido alejándome del preguntón—¡Eso es no, verdad! ¡Kaiser! —gritó, pero ya estábamos demasiado lejos para que sus palabras importaran.
—¿Hoy no vendrá tu novia tío? —pregunto kian mientras jalaba mi cabello.
—Está ocupada, por lo que solo seremos nosotros—baje al pequeño pelinegro para dejarlo en el pasillo de mi antigua casa. —bien kian, necesito que entres a la oficina de tu abuelo y saques un libro rojo que está en su mesa.
No podía entrar por un hechizo que mi padre había puesto para que no fisgoneara en sus cosas.
El pequeño me miró con curiosidad.
—¿Tendré dulces? —preguntó mientras se ponía a jugar con sus manos.
—Claro.
Asintió mientras caminaba hacia la oficina y entraba. Unos minutos después, Kian regresó con el libro rojo en sus manos.
Lo tomé y comencé a hojearlo rápidamente, encontrando lo que necesitaba. Mientras tanto, Kian empezó a mover su mano abriéndola y cerrándola, pidiendo su parte del trato.
Sonreí y, con un movimiento de mi mano, hice aparecer una paleta y se la di.
—¿Kaiser, qué haces aquí? —La voz de mi madre me hizo sobresaltar en mi lugar.
—Abuelaaaa—mire como kian corría hacia mi madre la cual sonrió al verlo.
—¿Kian cariño, viniste a visitarnos? —el mencionado me miró con diversión para dirigirse hacia mi madre.
—El tío káiser me trajo para robar el libro del abuelo—soltó mientras se comía la paleta.
Pequeño traidor.
—Kaiser...—con rapidez toma a kian del suelo.
—Adiós mamá, se me hace tarde nos vemos luego—me despedí mientras veía como mamá me miraba con los brazos cruzados.
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El Encanto Perdido
WerewolfEn el seno de la prestigiosa familia de hechiceros Valencia, Nació un par de mellizos los cuales en sus venas fluía la antigua magia ancestral. Sin embargo, la felicidad efímera de los Valencia se ve truncada cuando una bruja malvada, envidiosa de s...