Miré el lago congelado frente a mí, cubierto por una capa de hielo brillante que reflejaba la luz del sol.
—No se acerquen al lago, aún no está totalmente congelado y a menos que quieran terminar como Jack Frost no lo pisen— la voz monótona de mi abuelo me hizo sobresaltar dando unos cuantos pasos lejos del lago.
Mire a mi alrededor del bosque ahora congelado, ya que el invierno había comenzado, esta era mi época del año favorita.
Miré hacia una mata de cabellos pelirrojos largos, la tía Clarissa me dio una mirada antes de seguir en su conversación con mi tío Caspian y mi padre.
Nos encontrábamos en "evento familiar" donde conocí a la demás familia, Como las hijas de la tía clarissa las cuales eran más agradables que severine la cual se estaba acercando hasta mí.
hablando del diablo.
¿acaso había destruido un país en mi vida pasado para merecer esto?
—¿la huérfana aun no se ha cansado de jugar a la familia feliz? — la mire unos segundos antes de voltear los ojos.—¿se siente bien tener una madre? Digo ya que tu nunca tuviste una.
Tratando de mantener la compostura, respondí con una leve sonrisa.
—sabes severie, no es mi culpa que tu madre te odie, mas el hecho que quieras robarte la mía—conteste.
si ella seria cruel yo también podía.
Parece que mi comentario la hizo enfurecer, pero trato de controlarse antes de volver a hablar.
—¿Sabías que el cuerpo humano pierde calor mucho más rápido en agua fría que en aire frío, y la capacidad de moverse y pensar claramente se ve afectada rápidamente? —pregunto mientras me recorría con una mirada de desdén.
La mire con desconfianza mientras se acercaba un paso más a mí, quedando yo de espaldas al gran lago, estaba por alejarme de ella pero sus palabras me detuvieron.
—solo muere tranquilamente maldita huérfana— cuando acabó de pronunciar sus palabras sentí como me empujo con fuerza hacia atrás ocasionando que cayera solté un grito.
Me encontré de repente en medio del lago congelado, mi cuerpo temblando por el frío y el shock. Miré hacia arriba y vi a Severine, con una sonrisa de satisfacción en su rostro, observando desde la orilla. Intenté levantarme, pero el hielo resbaladizo me lo impedía al mismo tiempo este se empezaba a romper.
Escuche como el hielo empezaba a crujir mucho mas ante mi peso, a este paso se rompería en segundos, el pánico me empezó a embargar mientras trataba de pensar algo rápidamente.
—¡KAISER! —grité con fuerza al ver su silueta en la lejanía, él se giró rápidamente y, al verme corrió, pero ya era muy tarde ya que sentí como el hielo se rompía y caía al agua.
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El Encanto Perdido
WerewolfEn el seno de la prestigiosa familia de hechiceros Valencia, Nació un par de mellizos los cuales en sus venas fluía la antigua magia ancestral. Sin embargo, la felicidad efímera de los Valencia se ve truncada cuando una bruja malvada, envidiosa de s...