—¿Qué haces de nuevo tú aquí? hasta parece que me acosas— Killian me sonrió mientras se acercaba.
—Patrullando como siempre.Aunque tu presencia siempre se me hace muy reconfortante no puedes culparme — respondió, su declaración solo hizo que me sonrojara.
—¿Algún problema? —pregunté, notando su mirada puesta en un punto en específico entre los árboles.
—Nada fuera de lo común,—respondió encogiéndose de hombros. —Solo asegurándome de que todo esté en orden. ¿Qué hay de ti? ¿Por qué estás aquí afuera? —
—Estaba por ir a dormir cuando escuche ruido, pero afortunadamente solo eras tú— contesté mientras me recargaba en la barandilla, El río ante esto.
—sabes me siento como en Romeo y Julieta —mencionó.
—¿En Romeo y Julieta, dices? — preguntó mientras suelto una pequeña risa.
—Sí, un poco. Quiero decir, aquí estamos, en medio de la noche, hablando en la oscuridad...— contestó
—Definitivamente. Preferiría evitar el trágico destino de Romeo y Julieta— mencione.
—Oh, definitivamente. No somos exactamente una historia de amor prohibido. —bromeó Killian, con una sonrisa divertida.
Nos quedamos en silencio por un momento, contemplando la tranquilidad de la noche. La luna brillaba en el cielo, iluminando suavemente el paisaje.
—De todos modos, deberías ir a dormir. No creo que haya mucho más que patrullar por aquí esta noche—dijo rompiendo el silencio.
—Sí, supongo que tienes razón. Buenas noches, Killian—respondí, preparándome para volver adentro.
—Buenas noches, Charlotte. Que tengas dulces sueños— me deseó, con una sonrisa cálida.
Me despedí de él con un gesto de la mano y luego me dirigí de regreso a dentro de mi habitación.
Durante la semana siguiente, me enfoqué en mis estudios nórmales y en mejorar mis habilidades mágicas. Logrando por fin controlar la magia, aunque sea un poco.
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El Encanto Perdido
WerewolfEn el seno de la prestigiosa familia de hechiceros Valencia, Nació un par de mellizos los cuales en sus venas fluía la antigua magia ancestral. Sin embargo, la felicidad efímera de los Valencia se ve truncada cuando una bruja malvada, envidiosa de s...